6 preguntas sobre el comercio justo

A estas alturas de la vida seguro que te preguntas qué más cosas puedes hacer para seguir llevando una vida sostenible. Hay cosas que no parecen relacionadas con el tema pero que poco a poco van haciendo de este mundo un lugar mejor. Y esas son las cosas que a mí me interesan, las que van sumando desde lo pequeño. Una de ellas son los productos de comercio justo.

En este artículo respondo a 6 preguntas sobre esta práctica que a veces es considerada irrelevante en la inmensidad del mundo, o sólo para sibaritas, pero que tiene un potente significado y un importantísimo rol educativo.

1. ¿Qué son los productos de comercio justo?

Las estanterías de nuestros supermercados están llenas de productos cultivados en enormes extensiones de tierra, comprados al menor precio posible, a veces adquiridos con contratos de futuros; se producen en grandes lotes y cantidades para que estén a nuestra disposición a precios más que asequibles, a veces mucho más de lo normal, tanto que cuesta creer que un producto envasado se venda a ese precio.

La cara B de la estantería es el productor, el agricultor, el que recibe a veces un precio muy bajo por el trabajo de un año entero. En ocasiones pensamos que en nuestro país reciben un pago justo por su trabajo, quizá esto sea cierto, no lo sé; pero está claro que no pasa lo mismo en otras partes del mundo, sobre todo en los países del Sur.

Sucede en muchas industrias y también en la alimentaria: producir o incluso fabricar en ciertos lugares es más ventajoso que hacerlo en otros. En muchos países del mundo el coste de mano de obra se reduce considerablemente y la industria puede colocar los productos en las tiendas a un precio que se considera «de mercado», quizá con mayor margen.

Por eso hace años surgió el movimiento de Comercio Justo, que internacionalmente se define así:

El Comercio Justo es un sistema comercial basado en el diálogo, la transparencia y el respeto, que busca una mayor equidad en el comercio internacional prestando especial atención a criterios sociales y medioambientales. Contribuye al desarrollo sostenible ofreciendo mejores condiciones comerciales y asegurando los derechos de productores/as y trabajadores/as desfavorecidos, especialmente en el Sur. (Organización Internacional del Comercio Justo – WFTO)

Sus principales rasgos, aunque hay algunos más, son:

  • La protección a los trabajadores del Sur promoviendo condiciones de trabajo y salarios adecuados, la igualdad entre hombres y mujeres y el respeto a los pequeños productores.
  • La no utilización de mano de obra infantil.
  • El respeto al medio ambiente.

2. Pero… los productos de comercio justo son más caros

Sí, son más caros que el resto de productos de marcas comerciales porque uno de los 10 principios del comercio justo es que los productores recibirán una retribución justa por su trabajo, entendida como justa según el contexto local. Esto nunca está garantizado por las marcas que nos ofrecen productos en los lineales del supermercado, por eso tienen otros precios.

3. ¿Es lo mismo BIO que Comercio Justo?

Para que un producto sea considerado BIO tiene que tener un certificado distinto que el necesario para considerarse de comercio justo.

Pero es cierto que a veces un producto puede ser ambas cosas como pasa con muchos de los alimentos que nos ofrece la tienda de Intermón. Esto sucede porque otro de los 10 principios del comercio justo es el respeto al medio ambiente y la no utilización de pesticidas no orgánicos en la producción. De esta forma muchos productos proceden de plantaciones consideradas orgánicas, bio o ecológicas.

En estos casos obtenemos un doble beneficio; por un lado ayudamos a mantener economías locales con precios reales, y por otro lado damos un pasito más hacia la agricultura ecológica.

4. ¿Dónde puedo comprar productos de comercio justo?

Según la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, en 2014 la demanda de productos de comercio justo creció en España un 8%, y una de las razones que señalan para este aumento es que los productos de este tipo cada vez son más accesibles: puedes adquirirlos, por supuesto, en las tiendas de organizaciones  que se dedican a ello, pero cada vez hay más espacios en las grandes superficies donde puedes encontrarlos. Incluso se pueden comprar a través de internet.

5. ¿Tengo que cambiar todo de golpe?

Contestando rápidamente a la pregunta te diré que si puedes y quieres hacerlo, hazlo, pero siempre y cuando ya hayas terminado los productos anteriores (nada de tirar para comprar de nuevo, nada de desperdicio).

Sin duda el precio es uno de los factores que determina la compra o no de este tipo de productos, porque muchas familias no podríamos llenar la cesta en una tienda de comercio justo. Si no puedes cambiar todo de una vez puedes ir haciendo cambios pequeños: por ejemplo, dejar de comprar café de cualquier marca comercial y comprar sólo de comercio justo es una buena forma de empezar. Creo sinceramente que hacer una compra de este tipo tiene valor, aunque sólo compremos un paquete de café, siempre que seamos conscientes de nuestro consumo y queramos mejorar lo que está en nuestra mano. Nunca hay gestos pequeños.

6. ¿Qué más productos de comercio justo puedo comprar?

Poco a poco nos hemos ido haciendo conscientes de que algunos productos es mejor adquirirlos de esta manera porque respetan el trabajo de las personas que los producen. Hay industrias y sectores de la alimentación que son especialmente vulnerables y cuyas condiciones de trabajo son mejorables; es el caso de la industria del azúcar, del café, del té, del cacao… son productos que parecen básicos en nuestras despensas y de poco valor para nosotros, pero que para ciertas zonas del Sur son la base de la subsistencia. Estos productos  han supuesto el 80 % de las ventas de comercio justo de 2014 en España.

Sin embargo más de un 7% de estas ventas fueron de productos de artesanía, entre los que se encuentran productos textiles y de decoración. ¡Hay otros productos más allá del café! Las prendas de ropa de este tipo pueden ser un bonito regalo para alguno de tus seres queridos, o una opción que tú mismo sopeses si tu armario necesita algo nuevo.

¿Quieres saber más?

Puedes leer aquí el informe completo: Comercio Justo en España 2014

Cuéntame: 

¿Consumes algún producto de comercio justo?

¿Cuál es tu opinión sobre estos productos?

¿Dónde sueles adquirirlos?

Algo que debes saber: ninguno de los enlaces de esta página es afiliado. RECOLECTORA no recibirá ninguna compensación por haber mencionado y enlazado estos productos. Si lo he hecho ha sido para informarte y porque algunos de ellos ya los consumo.

9 comentarios

  1. Compro poquito, tengo que reconocerlo. Y cuando lo hago normalmente lo que compro suele ser alguna prenda de ropa o algún elemento de artesanía que me guste y que suelo comprar a pares, uno para mí y el otro para regalar. Generalmente voy a una tienda de Intermon de mi ciudad, que yo todavía soy de las reacias a la compra online.
    Besotes!!!

    1. Muchas gracias por tu comentario, Margari. Ya sabes que creo que comprar con conciencia es lo importante, aunque nos parezca poco. Nunca es poco si sabemos lo que hacemos. Un abrazo enorme,

    1. Completamente de acuerdo contigo, Lemon Pharma. Mucha gente me pregunta precisamente por eso… porque algunos productos son de comercio justo pero vienen muy de lejos… Ojalá pudiéramos unir todo.
      ¡Fue un placer conoceros en BioCultura!
      Un abrazo enorme,

  2. Muy bueno tu blog. Puntualizar una cosita: los productos de comercio justo no siempre son más caros, al menos si comparamos la calidad del producto además de su valor ético. Suelen ser productos elaborados con criterios ecológicos y sostenibles con la mejor materia prima. Ahora que está tan cuestionada la producción del aceite de palma, la que forma parte de los productos de comercio justo, se produce bajo criterios sostenibles. A veces, comparados con un producto similar, por ejemplo, adquirido en un herbolario, son incluso más baratos que estos. Un saludo.

    1. ¡Hola Marisa! Muchas gracias por tus palabras y por tu aportación. Estoy de acuerdo contigo en que, mirando el conjunto del producto, globalmente no son más caros (de hecho, estoy comprobando últimamente que el té de comercio justo tiene mejor precio que algunos de marcas comerciales muy, muy conocidas).
      Un abrazo,

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