Bebidas refrescantes caseras

Imagen: Pippalou
Imagen: Pippalou

Calor, calor y más calor. Es lo que nos ha traído el mes de julio, al menos en el centro de la  Península. Yo me he pasado el mes sudando la gota gorda porque el calor me hace sentirme fatal: quizá por eso adoro el otoño y el invierno.

Es habitual que durante los meses de más calor saciemos nuestra sed con refrescos y bebidas varias, de esas con botellas de colores y anuncios que enganchan. Pero hay vida más allá de las bebidas azucaradas y de las gaseosas; puedes beber algo fresco sin ingerir cuatro cucharadas de azúcar de un trago. Palabrita. Y en este artículo te doy unas cuantas ideas.

Yo nunca he sido de beber refrescos. Cuando era pequeña jamás bebía otra cosa que no fuera agua en las fiestas de cumpleaños, o cuando salíamos a tomar algo con mis padres. Nunca me han gustado esas bebidas por el gas, aunque al descubrir que algunas de ellas no lo llevaban comencé a animarme con el té frío y cosas similares que dicen tener mucho porcentaje de zumo de cítricos. Siento si no me expreso con claridad, o si lo hago de forma enrevesada: no quiero mencionar marcas a menos que quiera recomendártelas, como hice en mi último Boletín, así que perdona si soy un poco críptica. Creo que aún así nos entendemos porque sabes perfectamente de qué marcas hablo.

Cuando comencé a estudiar en la universidad empecé a tomar café y bebidas con cafeína. A veces notaba que necesitaba ese empujón a eso de las cinco de la tarde, y si era invierno caía un café, si era verano era una lata del famoso refresco. Lo batía un rato con una cuchara para quitarle el gas y me alegraba si a mi hermana se le quedaba perdida una botella en la nevera: ella ya no la quería tomar porque se le había ido todo lo bueno, y yo me la quedaba porque para mí ya estaba lista para tomar.

Nunca la consumí en exceso y creía que la tomaba por pura necesidad (de cafeína, o porque me había bajado la tensión). No sé hasta qué punto mi creencia era sana o simplemente me servía como justificación. Hoy en día, incluso después de lo que voy a contarte ahora, mi cuerpo sigue pidiendo algunas veces un sorbo de esa bebida milagrosa.

En cualquier caso, si antes tomaba refrescos muy de vez en cuando, dejé de tomarlos definitivamente cuando decidí no comer azúcar de manera intencionada y deliberada. Me refiero al azúcar escondido en alimentos refinados, precocinados y en bollerías industriales, pero sí como otros que también tienen azúcar, como la fruta, la miel o algún pastel ocasional (de la pastelería o de la panadería, no recién sacado de un plástico).

Los refrescos que hacen su agosto en verano tienen cantidades enormes de azúcar en cada lata o en cada botella, y como yo no quiero beber eso, como es mi elección personal, estoy empezando a tomar refrescos de otro tipo, hechos en casa, cuando los necesito o me apetecen, y con el azúcar que yo quiero, si quiero que lleven, o con el que ellos llevan de forma natural.

Aquí te hablo de algunas de las bebidas que estoy tomando últimamente.

Té e infusiones frías

Los que me conocen saben que me encanta el té y las infusiones. En la oficina suelo llevar una taza siempre en la mano (parece que tiene mucho glamour según lo cuento… pero en realidad no es para tanto). Por eso mi primera opción de refresco es hacer una infusión y tomarla fría, igual que la tomo caliente en invierno.

De todas formas, como me gusta mucho, mucho el té, no siempre me agrada tomarlo frío. Para estos refrescos caseros intento que sean sabores refrescantes (como té con hierbabuena o poleo menta) en lugar de otras mezclas que prefiero tomar calientes, como las variedades yogui o los tés que llevan canela.

Agua con limón o hierbabuena

Una estupenda opción de refresco veraniego es añadir rodajas de limón u hojas de hierbabuena al agua. De esta forma adquiere sabor y nos ayudará a combatir el calor sin añadir azúcares o calorías vacías.

Yo tomé la idea de la cuenta de instagram de WellnessJuice, que hace unas semanas compartió cómo había dejado en la nevera un tarro con agua, melocotón, lima y hierbabuena toda la noche, para tener esa bebida fría al día siguiente. Como ha hecho tantísimo calor en Madrid en el mes de julio, incluso al amanecer, decidí copiar su idea y preparé mi tarro con unas rodajas de limón. A la mañana siguiente, cuando me levanté asada de calor a las 6.00, me tomé ese refresco antes de empezar el día, y aunque sé que por las mañanas es mejor tomar algo templado que frío (para ayudar al cuerpo a ponerse en marcha) me sentó de maravilla.

Sigo preparando ese tarro y así puedo tomarlo por la tarde al llegar de trabajar, o cuando mejor me apetezca.

Batidos y zumos de frutas caseros

Sí, también tienen azúcar, porque las frutas son así, pero yo siempre lo prefiero a un refresco o un zumo industrial. En verano hay tantas frutas en temporada que es complicado elegir, pero van muy bien los batidos de sandía o melón, porque son frutas con tanta agua que casi se hacen solos.

Otra cosa que probé recientemente fue batir paraguaya con leche. También tomé la idea de WellnessJuice, esta chica vale oro, aunque ella usaba leches vegetales para la mezcla. Utilicé dos paraguayas que estaban muy maduras y que se iban a estropear, y me hice un batido para llevar a la oficina. No sabía dulce en absoluto (por eso a algunos de mis compañeros que lo probaron no les gustó) pero a mí me pareció suave y una opción más para beber algo fresco y sano.

Otras bebidas refrescantes (no tan caseras)

Porque hay para todos los gustos, y a veces lo que buscamos es un refresco un poco distinto, aunque tengamos que comprarlo.

  • Leche merengada: lleva azúcar por definición, y al tener la leche como base parece menos refrescante que otra bebidas. En cualquier caso puede ser una buena opción para un momento de calor.
  • Horchata de chufa: ¿Quién dice que no ha tomado nunca leche vegetal? Esta bebida en mi opinión lo es, y está riquísima. Le pasa igual que a la leche merengada: es cremosa y no quita la sed como las bebidas con base agua, pero es una elección más sana para una tarde de playa que un refresco convencional.
  • Zumos verdes: todavía no me he animado con ellos pero me muero de ganas de probar uno. No tengo licuadora y lo máximo que podría hacer con la batidora sería una especie de puré frío que no me atrae demasiado. Pero estoy deseando tomar un zumo verde porque ¡no sé si me gustan y quiero averiguarlo! Sin duda esta sería una opción estupenda para beber este verano.

Cuéntame: 

¿Has intentado cambiar los refrescos industriales por alguna bebida un poco más sana?

¿Cuál es tu favorita? ¿Cómo la preparas?

17 comentarios

  1. Hola Irene, me alegro un montón que mis pequeños descubrimientos te sirvan de inspiración!!! Me he reído con lo del glamour de ir con una taza en la mano, jejejej, como las celebrities ¿verdad? jejeje

    Hablando de refrescos, el otro día probé uno saludable que vi en mi herbolario, sin azúcar, a base de zumo de arándanos, con un sabor muy suave. Evidentemente son mejores los que nosotras podamos hacernos en casa, pero con esto quiero decir que ya se empieza a abrir también el abanico de posibilidades en cuanto a los refrescos wellness. La verdad es que cuando voy a tomar algo fuera de casa, quedo limitada al agua con unas rodajas de limón o infusiones, y me puedo imaginar dentro de unos añitos pidiendo este tipo de refrescos en las cafeterías, aunque no creo que esto vaya tan rápido.

    En cuanto al batido de paraguaya…no me puedo creer que nos les gustara a tus compañeros. Has dicho que usaste leche no vegetal ¿verdad? Quizás fue por esto. La leche que usé de coco y arroz es de la marca Isolabio y tiene un sabor riquísimo.Pruébala y verás qué diferencia. Justo ayer me compré paraguayas, así que hoy cae uno de estos 😉

    Otra cosita que quiero comentarte: los batidos verdes. No te procupes si no tienes licuadora, yo uso la batidora de mano de toda la vida y me hago batidos muy diferentes. Les echas más líquido o más verduras acuosas como por ejemplo el pepino, y solucionado. Según qué ingredientes utilice, una vez lo haya bebido, pueden quedar algunas verduras trituradas abajo, pero te las comes con cucharilla y ya está. Todos los que ves en Instagram me los hago así.

    Que sigas disfrutando de tus refrescos, ya nos vas contando, que todavía queda todo el mes de agosto y nos vendrán bien para soportar el calor. Y qué rica la horchata……….

    Mil abrazos!!!

    1. ¡Muchas gracias por tu comentario y tus recomendaciones, WellnessJuice!
      Me alegra saber que no necesito licuadora para los zumos verdes, a ver si me pongo pronto con una receta.
      Y comparto tu sueño: que un día podamos llegar a una heladería o a una cafetería y podamos pedir algún refresco más.

      Un abrazo,

  2. Muy buenas, recolectora!

    Muy interesante tu artículo de esta semana, me ha gustado un montón.

    Precisamente, hace poco, en el centro donde trabajo, hemos estado hablando en el contexto de un taller de vida saludable sobre los refrescos y lo que contienen. ¿Sabías que la Cantidad diaria recomendada de azúcar al día son 25 gramos? ¿Y que solo una coca cola ya contiene 35 gramos?

    En dicho taller al que aludía, hacíamos un experimento como el de la imagen, donde se apreciaba de manera muy visual, la cantidad de azúcar que metíamos en nuestro cuerpo con cada lata:

    https://www.google.es/search?q=azucar+en+los+refrescos&safe=active&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0CAcQ_AUoAWoVChMI8bXx-NWOxwIVzNYUCh3s7wa0&biw=1366&bih=633#imgrc=qggpXBqo7Ix0cM%3A

    Y eso, por no hablar, de los perjuicios que dichas bebidas, y especialmente la coca cola (no veo nada de malo en mojarse con la marca) tienen, relacionados con la pérdida de esmalte, la adición a la cafeína, los efectos de sus conservantes y colorantes…Además y por lo que he investigado, contrariamente a lo que podría parecer, no se trata de una bebida que hidrate el organismo, ya que el efecto que hace en el cuerpo, provoca que al poco se expulse toda el agua ingerida, por lo que en modo alguno sustituye al agua, ¿curioso no?

    Personalmente, antes cuando salía de tapas con amigos, optaba siempre por beber coca cola, con el efecto de que se me hinchaba la tripa y no podía seguir como el resto. Últimamente, he descubierto el vino, que creo que es mucha mejor opción; puesto que (desde luego en su justa medida), te permite conocer parte de tu cultura, y la diferencia de hecho entre unos y otros lugares dentro de tu propio país.

    Y por otra parte, aunque he de reconocer que la coca cola no la he desechado de mi vida, porque además me sucede que la tengo como asociada a ciertos alimentos (especialmente de comida basura, ¿por qué será?) tiendo a optar más a menudo por otro tipo de refrescos. Por ejemplo, el nestea, suele tener siempre menos azúcar, incluso aunque no sea light. Además, sólo hay que ver, que un nestea de limón o de manzana, saben realmente a eso, mientras que…una coca cola ¿a qué dirías que sabe?

    Muy interesante tu propuesta de congelar tés e infusiones. Hace poco lo he hhecho con una de frutos rojos, más que nada porque es mi favorita. Y el resultado es muy bueno y rico. Y la idea del agua con limón, me la apunto!!!Además, que últimamente, he oído hablar mucho de los beneficios que tiene el agua con limón en ayunas; entiendo que más que nada como depurativo, para hidratarse y limpiar el organismo…

    http://mejorconsalud.com/10-beneficios-de-beber-agua-tibia-de-limon-cada-manana/

    (desconozco hasta que punto esto tiene base científica).

    En cuanto a esta misma idea del agua con limón…me surge una duda….¿cuándo lo haces exprimes el zumo de limón en el agua o lo rallas o simplemente echas las rodajas del limón y ya se disuelve solo? ¿y lo mismo con la hierbabuena directamente las hojas?

    Un besote

    1. ¡Hola Carmen! Muchas gracias por tu aportación.
      La verdad es que la cantidad de azúcar que hay en los refrescos asusta, y hay tanto azúcar escondido en tantos alimentos que ni sospechamos…

      Es complicado mantenerse sano cuando sales de tapas si quieres beber algo más que agua. El agua ha sido mi opción muchas veces, y lo sigue siendo, pero siempre que el alcohol no sea un problema el vino, en su justa medida, me parece una opción más sana que el resto.

      Sobre el agua de limón, yo hago dos tipos: por un lado, en invierno, caliento el agua un poco en el microondas y luego le añado el zumo de limón. Lo hago después para conservar sus propiedades (así lo he aprendido). Pero para refrescos, puedes añadir rodajas solo (el agua se impregna de sabor enseguida) o hacer las dos cosas para un plus de limón. La hierbabuena también sabe cuando la dejas un rato en agua… Esto, como siempre, ¡a gusto de cada uno!

      Un abrazo enorme,

  3. Hola Irene

    Me encantan tus recomendaciones. Las «infusiones de frutas» las estoy tomando este año más que nunca, he probado fresas con albahaca y limón con pepino. Ahora mismo tengo una jarra en la nevera reposando y la verdad, hidrata mucho más que beber agua sola.

    Muchas mañanas hiervo agua y la hecho en una taza, le pongo trocitos de jengibre fresco y un chorrito de limón y dejo que se enfríe mientras hago yoga, sienta de cine y te prepara para el desayuno que el cuerpo te pide después de moverlo en todas direcciones 😉 Cuando me sobra lo meto en la nevera y ¡está muy bueno!

    Zumos verdes mmmmmm! Sobretodo los que llevan remolacha, aunque últimamente me da pereza solo de pensarlo y teniendo tan a mano una tajada de sandía… (que equilibro con frutos secos para no tener un bajón salvaje un par de horas después).

    Acabo de comprar la Chufamix, y estoy en fase experimental total… Que por cierto Iosune, de Danza de Fogones, tampoco tiene licuadora y utiliza la Chufamix para colar el zumo y tan campante.. Cada vez hay más y más opciones.

    Finalmente… ¿has probado el platano congelado en rodajas? ¿y troceado en pequeño para batirlo y hacer helado?

    Con este tema me has dado, no me enrollo más jaja

    Un abrazo!

    1. ¡Hola Amelia! Muchas gracias por «enrollarte» de esa manera… No conocía la Chufamix pero le echaré un ojo (no me cabe en la cocina, así que veré si cuando tenga mi propia cocina me compensa hacerme con ella). Cuando tengas experiencias con ella sería genial que las compartieras 😉 así vamos viendo cómo funciona…
      Lo de congelar fruta aún no lo he hecho, pero he visto recetas de helado bien sencillas con esa técnica y me han encantado.
      Un abrazo enorme, y a disfrutar de una buena bebida (por las horas que son cuando te contesto ya me va apeteciendo).

  4. ¡¡¡Hola, Irene!!!

    A mí me encantan las frutas de verano y el año pasado compré muchísimas sandías y me hacía batidos de sandía, que es ríquísimo. Solamente hay que cortar la sandía en trocitos y meterla en un recipiente y con la minipimer batirla. La pones en la nevera o le agregas hielo.

    Me preparo batidos de mango con agua sólo o con un par de dátiles para endulzar, o también mango con el agua de coco y la pulpa fresca. En la calle General Margallo hay un supermercado chino muy famoso y allí compré un coco fresco a 2,5 euros.

    Otra receta que hago y me encanta, además de que estamos usando toda la fruta es la siguiente:
    Limpias muy bien una piña y no tiro ni la cáscara ni el centro de la piña que es muy fibroso, ya que la aprovecho para hacerme una infusión muy rica y refrescante. Pones en una olla las cáscaras y ese centro de la piña junto con agua, pones la cantidad de agua que quieras, yo generalmente le pongo bastante así tengo mucha más cantidad de bebida. La hierves y sabrás que la bebida ya está lista cuando huele el ambiente a piña.

    También me hago compotas de ciruelas rojas y me bebo el líquido. Lo puedes hacer también con paraguayas, nectarinas, melocotones, etc.

    Espero que te hayan gustado estas ideas.

    Un besote gigante.

    1. ¡Hola Mariela! Madre mía, qué cantidad de ideas tan estupendas.
      ¡¡Muchas gracias!! Lo de la piña me ha dejado alucinada 🙂 Tendré que compartirlo en redes sociales con mis lectores, si no te importa…
      Espero que estés bien.
      Te mando un abrazo enorme,

  5. ¡No podemos estar más de acuerdo con el post! Nosotros opinamos que los tés e infusiones son una alternativa ideal tanto en frío como en caliente para aportar al organismo un gran abanico de beneficios y disfrutar de alimentos de excelente sabor. Además, podemos encontrarlos en todo tipo de variantes.

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