5 cosméticos que puedes dejar de comprar (porque los tienes en casa)

5 cosméticos que puedes dejar de comprar mañana mismo, porque los tienes en casa

La buena noticia que hay tras este artículo es que se trata de varios cambios que puedes hacer ya mismo. Esto es para las más impacientes: hay algunos cambios que requieren tiempo, y otros no, como estos.

Pero antes de que empieces a dejar de comprar cosméticos te haré una recomendación que tiene que ver con el sentido común, pero nunca está de más recordarla. Así que te pido que la tengas en cuenta, aunque puedas empezar con esto mañana mismo.

A menudo recibo preguntas sobre cómo empezar, qué hacer en un determinado ámbito de la vida, y normalmente lo que espera oír quien hace la pregunta es algo sencillo, fácil de hacer. Quizá es que, como sociedad, pensamos que llevar una vida más amiga del planeta es algo muy difícil, y queremos que nos den la receta perfecta, fácil y adecuada para cambiar nuestra vida en un momento. Eso en algunos casos no es posible, o sí es posible pero no es instantáneo, aunque en realidad muchas conductas que nos llevan a una vida sostenible son algo bien sencillo de llevar a cabo. Este sería uno de los casos.

Pensando en eso se me ocurrió recopilar estos 5 productos cosméticos que puedes dejar de comprar mañana mismo si quieres, porque puedes sustituirlos por productos que ya tienes en casa, o por algunos bien fáciles de conseguir en cualquier tienda.

Advertencias previas

Parezco un anuncio de medicamentos, pero prefiero curarme en salud y decir esto primero.

Antes de empezar a «no comprar cosméticos» te sugiero que acabes con aquellos que ya tienes en casa. Sé que es posible que estés deseando terminarlos para empezar tu vida llena de cosméticos amigables y nutritivos de verdad, sé que te mueres de ganas, pero es mejor así. No tiene ningún sentido tirar productos o dejarlos muertos de risa en el armario, porque ya han sido fabricados, ya han supuesto un coste para la tierra y es mejor que al menos les demos el uso al que están destinados. (Esto, por supuesto, es mi opinión; habrá quien no opine lo mismo y no hay problema).

También te aconsejo que antes de lanzarte a cualquiera de estos cambios los pruebes un día, un poco, una vez. Me explico: voy a decirte que puedes dejar de comprar unos productos que llevas comprando desde que eres adolescente, muy probablemente. Es posible que estés acostumbrada a otros tactos, a otros olores, a otras texturas.

Te recomiendo que abras tu mente y que des una oportunidad a esto que te cuento. Si bien no vas a notar cambios espectaculares en una sola aplicación (en el caso del cabello, por ejemplo, quizá necesites un par de lavados más) creo que es mejor que lo pruebes antes. Si te convence, que es muy posible que pase, sigue con ello. Si no… puedes buscar opciones de cosméticos con otro tipo de ingredientes diferentes a los convencionales, que también los hay, para invertir en ellos en lugar de en los cosméticos que comprabas antes.

Piensa en tu piel y dime qué ves

Yo veo un mapa enorme de mi cuerpo y de mi vida. Veo mis cicatrices (las físicas) aunque por debajo de mi piel vea las del alma. Yo veo ese al que denominan «el mayor órgano del cuerpo humano».

También veo un colador, una esponja que podría absorber lo que se le echara encima. Veo belleza, veo salud cuando mi piel se encuentra en su mejor momento. Veo todas esas cosas cuando pienso en mi propia piel.

No voy a mentirte. Ni todos mis cosméticos están hechos en casa ni todos mis cosméticos son ecológicos (no creo haber dicho nunca semejante cosa, pero lo aclaro por si acaso, porque son tiempos complicados para los que nos exponemos, sea más o menos, en internet y en las redes sociales).

Lo que sí es cierto, en mi caso, es que estoy intentando reducir el número de cosméticos comprados que empleo, estoy cambiando las marcas de aquellos que compro para elegir composiciones más saludables y, lo más importante, estoy utilizando muchos productos que podría comerme y que, a la vez, me sirven como cosméticos.

Todo lo que te cuento en este artículo lo estoy usando de verdad en mi día a día. Todas las semanas, en algunos casos todos los días del año. Y no vivo apartada del mundo ni voy desaseada: trabajo en una oficina, quizá como tú, voy a la compra, hago planes con amigos, con mi familia… etc. Con este comentario sólo quiero decirte que esto que te cuento no es para ermitañas que viven en lo alto de la montaña, sino que puedes aplicarlo en tu vida normal, sea la que sea, porque yo lo hago (y cada vez más personas también).

Y precisamente de los productos comestibles que uso cada día es de lo que quiero tratar en este artículo: los 5 cosméticos que puedes dejar de comprar ya, porque los tienes en casa.

Los 5 cosméticos que puedes dejar de comprar mañana mismo

#1 – El desmaquillante de ojos

Para sustituir este producto puedes usar aceite de oliva, aceite de almendras o aceite de coco. Te pones un poco en los dedos y luego aplicas (con los ojos cerrados) eliminando suavemente el maquillaje que lleves.

Si lo haces con los ojos cerrados no te entra aceite. Y lo que yo hago después de eso es lavarme bien la cara con agua y jabón, porque quedan restos alrededor de los ojos.

No es broma, hace unos 3 años que sólo me desmaquillo los ojos así. Una de las ventajas es que tienes desmaquillante de ojos en casi cualquier casa a la que vayas, aunque se te haya olvidado llevarte ese producto que ya no compras.

#2 – La crema hidratante para el cuerpo

En este caso puedes usar los mismos productos que te he recomendado arriba: aceite de oliva, de almendras o de coco. Yo me echo poca y por la noche (y nunca de día si hay mucho sol en la calle, porque me quemaría). Aplicándola con sentido común es el mejor hidratante que vas a encontrar.

Hace unos años escribí sobre mis aceites vegetales favoritos para cuidar la piel. Puedes leer el artículo para profundizar y para coger ideas de cara a usar en tu piel productos mucho más sanos que las cremas habituales.

Ten en cuenta especialmente lo que comento en ese texto sobre el aceite de coco: que en Europa no es un producto nada sostenible. Úsalo poco y de manera residual (yo utilizo un bote pequeño al año, aproximadamente). Tenemos un aceite de oliva estupendo en España, y aceite de almendras español o europeo que, en cualquier caso, será más cercano que el de coco.

#3 – Exfoliante

Estoy a punto de recomendarte el mejor exfoliante que vas a probar nunca. Yo no me lo creía, pensaba que era otro lío más de esos que salen en esos vídeos cortitos en los que hacen cientos de manualidades preciosas en un minuto, y todas salen bien. Pero no es una milonga. Esta vez es real.

No vuelvas a comprar gel exfoliante si tienes posos de café en casa. En serio, no merece la pena. Los posos de café son, probablemente, el mejor exfoliante del mundo así según están, recién sacados de la cafetera.

Úsalos en la ducha para exfoliar el cuerpo, o en el lavabo para la cara. Sólo te advierto que manchan (igual que el café) así que es posible que tengas que aclarar un poco la bañera mientras te aclaras tú, o con el agua fría que recogiste al inicio de la ducha. Eso a tu gusto. Pero pruébalo, merece la pena.

Además los posos del café duran en la nevera unos cuantos días, así que puedes guardarlos si quieres exfoliarte la piel en otro momento.

Las cremas exfoliantes convencionales contienen micropartículas de plástico en cantidades increíbles.

En el artículo Micropartículas, la amenaza invisible del blog Vivir Sin Plástico se puede leer:

«Según el informe Plastic in Cosmetic del Programa de las Naciones Unidas para el medio Ambiente (una asociación que adoramos por la cantidad informes sobre plástico que tienen), un gel de ducha exfoliante puede contener tanto plástico en su formulación como el que se usa en el envase

Para saber más sobre cómo estos componentes acaban en mares y ríos, y como esto puede hacer que lleguen a tu plato, te recomiendo que leas el artículo.

Aunque los expertos dicen que no está demostrado que las micropartículas de plástico puedan hacer daño a nuestra salud, lo que sí está fuera de toda duda es que dañan el planeta. En la Unión Europea se está reduciendo el uso de estos componentes en los productos de cosmética, pero aún están presentes. Por eso te recomiendo que cambies estos cosméticos por una alternativa así de casera y de fácil.

#4 – El acondicionador para el pelo

Este producto puedes sustituirlo por una mezcla de agua con vinagre (50% de cada uno, aproximadamente, es como lo estoy haciendo yo). Lavas el pelo normalmente y luego aplicas esta mezcla en las puntas, dejas actuar un poco y luego aclaras.

No, el pelo no va a olerte a vinagre siempre que lo aclares bien (lo uso desde hace un año, te lo aseguro). Y el resultado es estupendo.

Yo lo mezclo en una botella que guardo en el armario del baño, y voy usándolo hasta que se acaba y hago más. ¿Te animas?

#5 – La mascarilla capilar

Este tema es un poco más delicado porque como no todas tenemos el mismo tipo de cabello puede funcionarte bien o no… Yo lo tengo seco y encrespado, así que este cambio me va bien, pero podría ser que en tu caso no.

Puedes cambiar la mascarilla capilar por aceite (de nuevo) de almendra, de coco o de argán. Con un poco es suficiente, lo aplicas en las puntas y dejas actuar unos minutos antes de lavarte el pelo. Luego lavas como siempre, incidiendo bien en las puntas para quitar todo el residuo de aceite que pueda quedar y que el pelo quede limpio, y aclaras con normalidad.

Si te lavas el pelo por la noche es una estupenda opción, porque puedes aplicar el aceite mientras estás en casa, antes de la ducha. Si te lavas el pelo por la mañana, no sé decirte (pero si tú sí lo haces déjame un comentario abajo con tu experiencia, por si alguien quiere ponerse esta mascarilla por la mañana y quiere saber cómo va).

Y si buscas algo un poco más elaborado…

Como ves en ninguna de las anteriores opciones has tenido que cocinar nada. Lo máximo que has tenido que hacer es mezclar vinagre con agua, lo que en el campo de la fabricación de cosméticos caseros es como cortar una rebanada de pan para un chef, más o menos. Muy fácil.

Esas son las opciones que a mí me gustan, porque ando corta de tiempo y porque a veces no soy tan mañosa como me gustaría.

Pero si quieres cosméticos caseros un poco más elaborados tengo estas recomendaciones para ti:


Como ves hay muchas maneras de sustituir cosméticos convencionales por opciones sanas y que, además, tienen menos residuo. Estoy segura de que en cuanto pruebes estas ideas que te comento estarás contenta con ellas.

Como te decía arriba, es posible que alguna cosa no sea de tu agrado, no te guste, no le vaya bien a tu piel, a tu pelo… Eso está bien también, no hay problema ninguno. En mi caso, por ejemplo, me resulta imposible lavarme el pelo con el jabón de la abuela, porque me lo deja terrible. A cada una nos pasará esto de alguna u otra forma.

Lo importante es que sepas que hay opciones, y que las pruebes, porque es posible que te gusten y que puedas decir mañana mismo: «se me ha acabado el XXXX y no lo voy a reponer».

¡Cuéntame!
¿Te animas con alguno de estos cambios?
¿O te has animado ya? ¿Cuál ha sido tu experiencia?
¿Conoces algún otro producto que se pueda sustituir sin elaborar una receta compleja en la cocina?

NOTA IMPORTANTE: como ya he comentado en alguna ocasión, me veo obligada a poner esta nota aclaratoria antes de que termines de leer este artículo y de que alguno de mis comentarios pueda prestarse a confusión. Yo no soy personal sanitario, te hablo del uso de estos productos en función de mi experiencia, pero si tienes algún problema concreto en la piel o en el cabello no puedo saber si te convienen o no. Si sufres alguna enfermedad de la piel, alergias o similares, es mejor que ante la duda consultes con tu médico especialista. Por desgracia (o por fortuna) en ese caso yo no puedo ayudarte.

19 comentarios

  1. Me ha encantado! Se lo voy a cantar a las de mi trabajo, que son muy Eco…y a Lucía, que estará feliz de ver que se pueden hacer las cosas de otra manera 😘

  2. Yo uso a veces el vinagre como mascarilla y también va genial! Lo aplico solo cada cierto tiempo, básicamente cuando necesito controlar la caspa o la descamación del cuero cabelludo, que soy bastante propensa a ambas cosas, y con solo un uso ya me controla ambas durante un tiempo y además me lo deja muy suave (me empapo el pelo solo con vinagre y lo dejo actuar envuelto en una toalla un rato antes de ducharme. Con la descamación, si llego a tener heridas, escuece unos minutos y después nada, incluso cicatrizan antes, ni idea de por qué). Me da mucha pena cuando pienso en todos los productos que he comprado a lo largo de mi vida teniendo soluciones tan sencillas y efectivas…

    1. ¡Esto es nuevo para mí, Roni! Gracias por compartirlo 🙂
      El otro día yo también pensaba que ojalá hubiera sabido esto antes, pero quizá en ese momento no hubiera hecho caso a quien me dijera «puedes cambiar el acondicionador por vinagre». Quizá no me lo hubiera creído… Nunca se sabe. Un abrazo,

  3. Muy buenos consejos, yo estoy acabando mi desmaquillante de ojos, aunque ya he probado con aceite de almendras y de coco y me encanta. También me exfolio con café, es toda una experiencia, me encanta. El pelo me lo lavo con champú y acondicionador sólidos de La Malvaflor, que son maravillosos y como mascarilla, aunque lo hago muy poco, con aceite de coco. Mi próximo paso son las cremas de cara… A ver si me animo con las de Victoria Moradell. Muchas gracias. Un saludo 😉

    1. ¡Hola, Eva! Veo que tienes una rutina de cuidados faciales sencilla y con pocos envases. Es genial.
      Si te das buena mano con las cremas de Victoria Moradell nos cuentas, la verdad es que sus productos tienen muy buena pinta, pero yo no me animo aún…
      Un abrazo,

  4. Hola! He descubierto tu blog y me encanta! La idea del desmaquillante de ojos con aceite me la guardo para cuando se me acabe el que tengo. Hace más de dos meses me pasé a los champús sólidos y le ha costado muchísimo a mi pelo acostumbrarse, primero probé con uno que le compré a una chica por Etsy, pero el pelo se me quedaba como encerado. Al mes y medio de tortura capilar probé a hacer mi priopio champú con aceite de coco, y después de casi dos meses parecía que mi pelo iba acostumbrándose pero no terminaba de quedarse bien. Así que he probado con otro champú hecho a mano (de otra chica de Etsy) pero que contiene sci y he de decir que el pelo se queda genial! Quiero seguir intentando poco a poco con mi champú/jabón 4 en 1 (pelo/cuerpo/cara/jabón de afeitar) que es más natural, pero lo iré alternando poco a poco con este que tiene sci. Ahora debo decir que tengo el pelo mejor que en muuucho tiempo y reconozco que se el cambio cuesta (el mio han sido 2 meses!), pero sinceramente pienso que vale la pena.

    1. Hola Silvia;
      Me alegro de que te haya resultado útil este artículo.
      Gracias por compartir tu experiencia con el uso del champú sólido, así alguien que esté en tu situación y encuentre te comentario verá que al final merece la pena (yo estoy muy contenta con ellos).
      Un abrazo,

  5. ¡Muy buen post! No obstante, nosotros no pensamos que sea una cuestión de comprar artículos de cosmética, sino de adquirir productos convencionales. Nosotros, por ejemplo, apostamos por fórmulas naturales que, además de ser eficaces y saludables en la piel, son totalmente respetuosas con el medio ambiente. Gracias a ellos no sólo conseguirás tus objetivos, sino que nutrirás tu piel con ingredientes totalmente beneficiosos.

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