Cada año, cuando llega el calor, nos parece mucho más fuerte que nunca. No digo que no lo sea. No recuerdo al dedillo las temperaturas de este mismo día hace un año, o dos, pero lo que está claro es que la demanda energética que supone paliar el calor en hogares y centros de trabajo va en aumento.
Quizá se trate de que cada vez somos un poco más exigentes, y como hay tecnología que nos facilita la vida (léase aquí: que nos libra del calor) la exigimos, a veces sin mucho conocimiento o sin mesura.
Y precisamente como esa demanda es enorme tiende a comprometer la sostenibilidad de los lugares en los que habitamos. Ya sabes, hay casos de gente que en verano quiere ir con chaqueta por casa, y en invierno en manga corta.
Como nuestras necesidades energéticas consumen y comprometen recursos del planeta es mejor tener cabeza y refrigerar nuestra casa sin dejar de lado la idea de que nuestro consumo tiene que se sostenible. Y para eso he recopilado todos los trucos y la consagrada experiencia de una de las personas que más sabe de ahorrar energía en el mundo, y probablemente no exagero: mi chico.
Es en serio: nadie sabe mejor que él cómo es mejor abrir o cerrar una ventana para que la casa esté mejor aislada. Ha vivido (con éxito, y con facturas energéticas moderadas) en casas aisladas nada más que regular, tanto en invierno como en verano. Por eso sus consejos son tan valiosos; la experiencia es un grado.
Con ellos vas a poder estar cómoda en casa durante el día y dormir bien por la noche sin que la factura de la electricidad se dispare. ¡Y te dejo 12, ni más ni menos! Vamos uno por uno…
#1. Que el aire circule
Si tienes la posibilidad de dejar durante la noche algunas ventanas entornadas (si la zona no es especialmente ruidosa o contaminada), el calor acumulado durante el día poco a poco será evacuado. Eso sí, la tela mosquitera será más que recomendable.
#2. Aprovecha el fresco de la mañana
Si no es factible dejar abierto durante la noche, conviene abrir por la mañana al levantarte para aprovechar el fresco. Seguramente no salga todo el calor que el sol dejó el día anterior pero se llevará una parte importante.
#3. Durante el día, todo cerrado
En especial durante las horas de más calor y aquellas en que el sol dé directamente en la fachada es importante bajar toldos, persianas y cerrar ventanas. Si cuentas con cortinas de barrera térmica, estas reducirán mucho el calor que entra.
(Este es el punto que a mí más me cuesta, porque me choca verlo todo a oscuras, pero funciona. Obviamente, nos referimos a «todo cerrado» pero dejando luz en caso de que la necesites para vivir o trabajar.)
#4. Los marcos de las ventanas, con burlete
Según el tipo de ventana, y sobre todo si estas son ya un tanto antiguas, puede ser de ayuda montar en los marcos burlete adhesivo. De esta forma sellarán mejor y reducirás tanto la entrada de ruido como de calor, y a su vez la salida de humedad si el lugar en el que vives es seco en esta época del año.
#5. Si tienes persianas que aíslan poco…
Una opción a considerar, si las ventanas y sus persianas son modestas y no aíslan mucho pero el presupuesto no alcanza para cambiar los conjuntos completos, es la de sustituir las láminas de las persianas (de PVC normalmente) por otras de aluminio rellenas de aislante. Con herramientas y un poco de maña puedes cambiarlas tú mismo, y el cambio se nota.
#6. Aislamiento de cristales
Para las ventanas puedes hacerte de láminas de plástico adhesivo aislante. El montaje no es complicado y el resultado, aunque no es radicalmente mejor, es perceptible.
#7. Pero los muros se calientan…
Algo tradicional de la España rural que cada vez parece tenerse menos en consideración, en especial de la mitad del país para arriba (y en ciudades, ni te cuento), es tener paredes exteriores blancas. El blanco reflecta parte de la radiación y ayuda a lograr un hogar algo más fresco.
Puede que pienses: vale, en una casa puede ser factible, pero en el bloque de pisos en el que vivo no creo que vean con buenos ojos que pinte de blanco mi trozo de fachada de ladrillo visto…
En tu caso, si los muros exteriores cuentan con cámara de aire, puedes plantearte la opción de rellenarla con algún material aislante como corcho granulado, celulosa o poliestireno. Conviene estudiar a fondo tanto las posibilidades como el estado de la vivienda, si bien con suerte y paciencia se puede lograr un buen resultado sin una inversión alta.
#8. Reduce las fuentes de calor
- El televisor, a pesar de ser tan planito y tan moderno, sigue siendo una fuente de calor (te invito a ponerle la mano por encima tras una hora de funcionamiento). Más tiempo encendido, más calor a la habitación.
- El alumbrado. Si aún tienes bombillas de tipo incandescente o halógenas en casa sabrás que esos 40, 60 u 80 vatios, además de engordar la factura de la luz, caldean el ambiente. Puede ser el momento de plantearte cambiarlas por bombillas tipo Led o, en su defecto, de las de bajo consumo.
- Ordenadores, cargadores eléctricos, etc… Reduce su uso a lo necesario, y desconecta cuando no los uses. Piensa que todo lo que consume electricidad, genera calor (incluso cuando está conectado al enchufe pero no lo estás usando).
#9. ¿Y si me ducho con agua fría?
No, no es necesario que apagues el termo o caldera y eches mano del agua fría (aunque, como todo, va en gustos).
Tanto si tienes un acumulador eléctrico, como un termo o una caldera, puede ser un buen momento para bajar la potencia o la temperatura de agua. En el caso de una caldera, una temperatura de salida de entre 38 y 40 ºC es suficiente. En un acumulador eléctrico resulta poco perceptible, pero si se trata de una caldera mural o calentador y se encuentra en la cocina, la temperatura de ésta se verá incrementada por la carga de trabajo que le exijas al aparato.
#10. Ya que estamos en la cocina
El verano invita a acudir a platos fríos, pero de vez en cuando hay que seguir cocinando. Si durante el año hay que tratar de ser eficiente con el uso de los fogones (o placa eléctrica, o vitro), así como con el horno, en épocas de calor conviene serlo aún más.
Piensa que el calor que generas de más solo sirve para sobrecalentar la cocina y que este calor se abra paso camino del resto de la casa.
Además, una cocina calurosa es un suplicio para neveras y congeladores, que tienen que trabajar más para lograr mantener la temperatura que les pides. Puede ser buen momento además, si tu nevera tiene radiador en la parte posterior, sacarla de su hueco y limpiarlo. Cuanto más limpio permanezca, con más facilidad evacuará el calor generado por el equipo durante su funcionamiento.
#11. Además de la temperatura, cuida la humedad
En zonas de clima seco nos enfrentamos al problema de la baja humedad, a la que el aire acondicionado no ayuda. Por lo general, se estima que una humedad relativa del 40% al 60% es lo ideal: los ojos las vías respiratorias no se resecan, el polvo y el polen no permanecen tanto tiempo flotando ya que la humedad le hace pesar y caer.
El aire acondicionado condensa la humedad, la canaliza y expulsa a la calle; si además el clima es seco (con niveles de un 25 a un 30% de humedad) hay que tratar de compensar ese descenso en la humedad. Si tienes recipientes en los radiadores de calefacción, no dejes de rellenarlos en verano; pon recipientes con agua encima de un mueble o en un rincón donde no estorbe; un paño o toalla húmeda dispuesta en una silla, por ejemplo, aunque rudimentaria, es una solución efectiva.
También tienes la opción de utilizar un humidificador, pero no olvides que, aunque consumen poquito, su uso sumará también a la hora de calcular la factura eléctrica.
#12. Y el aire acondicionado… (la estrella de la refrigeración en verano)
En casa solemos echar mano del ventilador siempre que es posible. Pero cuando el calor es muy fuerte y el ventilador se torna inservible, pues ya que hay aire acondicionado, usémoslo, pero con cabeza.
- Hay que evitar dejarlo encendido si no estás en casa. Sí, suena absurdo pero conozco casos. Si la casa es muy calurosa puedes programarlo para que se ponga en marcha un rato antes de que vuelvas a casa.
- Los filtros, siempre limpios. Conviene desmontar y lavar los filtros de aire del equipo al menos un par de veces al año, tanto por mantener un caudal de aire óptimo como por higiene.
- Trata de mantener una temperatura estable. Cuando más electricidad se consumirá será cuando le exijas al equipo enfriar una casa recalentada (a toda potencia y durante un rato largo). Encenderlo unos pocos minutos de vez en cuando a lo largo del día ayuda a que la temperatura no se dispare y que luego cueste más bajarla.
- Si es de tipo inverter, mejor. Puede que ya no se vendan equipos sin esta tecnología (seguramente serán más baratos, eso sí), pero si lo encuentras, plantéate gastarte un poco más en uno que sí lo tenga. El consumo eléctrico es mucho menor ya que el equipo regula su carga de trabajo a la temperatura de la casa según la que le pidas alcanzar.
- La temperatura, ¿a cuánto? Según el calor que haga fuera y de tu resistencia al calor, una temperatura de entre 24 y 26 grados puede ser lo ideal. Se trata de buscar el equilibrio entre confort y consumo eléctrico (y del resfriado que puedes pescar si en casa estás a 20ºC y en la calle se rozan los 40ºC…)
- Y por último, pero no menos importante: el agua que condensa el split del aire acondicionado y que va al exterior puedes recogerla en un recipiente y luego reaprovecharla, por ejemplo, para la cisterna o para regar las plantas. Esto no afecta a tu consumo energético, pero es una de esas medidas desesperadas para ahorrar agua que nunca está de más, aunque no estemos en situación de sequía.
Puedes aplicar cada una de estas ideas según tus necesidades y circunstancias: la orientación de la casa, el tiempo que pasas en ella, si es tuya o alquilada… Pero estoy segura de que van a serte muy útiles en estos próximos meses.
Es más, aquí te dejo otra entrada de archivo donde puedes consultar otras 12 ideas para reducir tu consumo de energía en casa, sea la época del año que sea.
¿Has valorado el consumo energético que necesita tu casa para estar refrigerada?
¿Cómo quieres reducir tu factura (la tuya y la del planeta?
La fachada de mi casa (orientación Oeste, todo el sol del mundo por la tarde) es NEGRA… En verano, incluso siendo fachada ventilada, cámara aislada, etc…, ¡¡¡NOS ASAMOS!!!
CÁRCEL PARA LOS ARQUITECTOS YA, POR FAVOR. AUNQUE SEA EN BRIEVA…
Hola, Santi. Vaya con tu fachada… no es nada eficiente contra el calor. Pregunto, ¿nadie piensa esto antes de dar el OK a un proyecto?
Un abrazo,