La energía mueve el mundo y para muchas cosas marca el ritmo de nuestras vidas. Alimenta nuestros hogares, nuestras oficinas, nuestro ocio, y supone un gran esfuerzo generarla: la mayoría de la energía que se genera en España y en el mundo proviene aún de energías fósiles que contaminan y producen residuos que hay que custodiar, y sólo un pequeño porcentaje proviene de energías renovables.
El otro día escuché en el telediario que en España la factura de la electricidad se tarificará en función de la demanda, con unas tarifas impredecibles que variarán por horas. De esta forma aquellos que tengan un contador inteligente deberán estar atentos a cuándo se demanda más o menos electricidad y usarla en ese momento. Obviamente por las noches la energía es más barata porque nadie la usa. Es la ley de la oferta y la demanda. Pero si todos decidimos poner lavadoras de madrugada supongo que en ese tramo horario subirá el precio, y entonces será más barato durante el día… Vuelve a ser la ley de la oferta y la demanda. Y para los que no tengan contador inteligente, les dará igual cambiar de hábitos. Es de locos.
Facturas incomprensibles aparte, este es un artículo para ti, que quieres ahorrar energía para bajar la factura de la luz Y TAMBIÉN para bajar la factura del Planeta. Pagues lo que pagues, te lo puedas permitir o no, debemos reducir el consumo de energía que no necesitamos para cuidar la Tierra.
La eficiencia energética de una casa se mide, no sólo por el certificado que se expide para poder alquilarla o venderla, sino por los actos de las personas que la habitan. Tener una casa con doble acristalamiento, electrodomésticos A+, suelo de madera y otras florituras no servirá de mucho si luego no usas la energía de una forma razonable.
[Tweet «Casa eficiente + habitantes razonables = mejora de la eficiencia energética»]
En este artículo te presento 12 medidas para ahorrar energía: no para ahorrar electricidad solamente, sino para ahorrar energía en general, porque se acerca el frío y es hora de poner los radiadores y las calefacciones, y querremos consumir platos consistentes horneados a fuego lento… La energía es mucho más que la luz y aquí he reunido sólo algunas de las medidas más comunes para ahorrar. ¡Manos a la obra!
1. Piensa cuánta iluminación es necesaria antes de encender. La luz de ambiente a veces es suficiente para iluminar una estancia. No es necesario iluminar directamente todo el salón si solamente estamos charlando con unos amigos, o si estamos viendo la televisión. Analiza cada situación y cada contexto y elige siempre la opción menos costosa.
2. Desenchufa siempre los cargadores que no estés utilizando. Ten en cuenta que todo lo que tengas conectado a la red de una forma u otra estará consumiendo. Es obvio que el gasto energético de tener un cargador enchufado no va a disparar nuestra factura, pero la suma de tu consumo más el de todo tu bloque de vecinos, más el de todos los que dejaron su cargador enchufado sí puede suponer una buena subida de consumo para el Planeta. Recuerda: todos los gestos suman.
3. Cuidado con el stand-by… Según la Organización de Consumidores (OCU) el stnad-by supone más de 2% de nuestro consumo anual. Ten cuidado especialmente cuando salgas de casa por una temporada. Entiendo que es necesario dejar enchufada la nevera, pero no necesitarás la televisión, el vídeo, el TDT, la videoconsola, etc. Todas esas luces encendidas que hay en sus carcasas significan consumo. Si sales de casa un tiempo desconecta esos aparatos. Conozco gente que lo hace incluso cada noche; mejor todavía.
4. Instala regletas con interruptores. Son muy útiles para enchufar y desenchufar lo que quieras muy cómodamente y de una sola vez. Imagina que has decidido tener cuidado con el stand-by como decía arriba y que te vas a ir de vacaciones: con una regleta de varias tomas puedes enchufar todos los cables de tu televisor, y con un solo gesto desenchufarlos al salir por la puerta. Así no hay pereza de pensar que a la vuelta tienes que volver a enchufar todo de nuevo porque sólo has tenido que colocar los cables en los enchufes una vez: cuando montaste la regleta (no sé a ti, pero a mí los cables se me dan muy mal).
5. Si no lo usas, apágalo. Es una regla básica para regular el consumo del hogar: todo lo que no se esté usando tiene que estar apagado. Parece obvio, pero ¿cuántas veces dejamos la televisión encendida para que nos haga compañía aunque no la estemos viendo? ¿Cuántas veces dejamos el ordenador encendido mientras trasteamos por casa?
6. Cambia a las bombillas LED o de bajo consumo. Lo bueno de este asunto es que, siguiendo normativa de la UE, ya no se fabrican bombillas incandescentes y todas son de bajo consumo o LED. Esto quiere decir que la próxima vez que se te funda una bombilla no tendrás mucho que pensar…
Pero hay algo que me gustaría comentarte: creo que es mejor esperar a que una bombilla se funda antes que quitar todas de la casa y reemplazarlas. Yo pienso siempre en términos de desperdicio de recursos: si ya compraste esas bombillas y siguen funcionando aún no las tires hasta que se fundan o el desperdicio será mayor. El gasto, además, también es grande porque esas bombillas son caras. Luego se recupera la inversión, pero de momento es un desembolso. De todas formas, por supuesto, hazlo como mejor consideres.
7. Hornea varios platos el mismo día. Esto vale para cualquier tipo de horno: precalentar es un gasto grande y, en sentido estricto, inútil porque no estamos aplicando el calor a nada. Sé que es un paso necesario para poder hornear algo así que hay que hacer que ese gasto merezca la pena. Si el día que enciendes el horno haces un par de platos, en lugar de solo uno, ya estarás mejorando el consumo: el gasto de hornear el segundo tendrías que hacerlo en cualquier caso otro día, pero el de precalentar la segunda vez te lo ahorras.
8. Ten ojo con el calentador de agua eléctrico. Uno de los mayores gastos energéticos de los hogares es calentar el agua, más aún si tenemos un calentador eléctrico encendido las 24 horas. Hay formas de hacer que este gasto sea menor: saber las rutinas de tu familia es fundamental, pues puedes encender el calentador cuando necesites agua (por ejemplo, una hora antes de las duchas) y apagarlo después, o dejarlo en el modo eco si hay que lavar platos.
9. Cierra bien las ventanas y las puertas. Ventila lo necesario, pero con moderación, o la casa se quedará muy fría y remontar esa temperatura será más complicado. Lo mismo cuando abras la puerta de la calle.
10. Usa los radiadores de forma consciente. No intentes convertir tu casa en un horno… es mejor vivir a una temperatura saludable, incluso para los niños, que tener radiadores funcionando sin sentido. Si tienes calefacción y ves que un radiador da mucho calor, no dudes en cerrarlo un poco; y si un día hace más frío ábrelo de nuevo. Lo mejor es saber la temperatura que necesitas en cada momento y consumir en función de esa necesidad.
Si tienes radiador eléctrico sé muy cuidadoso con las horas que lo tienes encendido, porque consumen mucha electricidad. Enchúfalo cuando lo necesites, no es cuestión de pasar frío, pero lo no tengas encendido si no hay motivo.
11. Los calefactores sólo mueven el aire. Es un hecho que llevo comprobando unos años: los calefactores no calientan ninguna estancia, dan una sensación de calor momentánea que dura mientras lo tenemos cerca, pero no mucho más. En ocasiones es bueno tenerlos a mano para una emergencia o un momento concreto, pero no son muy eficientes como método de calefacción más constante.
12. Apaga, apaga y apaga. Ante la duda haz como tus abuelos: apaga siempre. Apaga luces, apaga ordenadores, apaga calefactores, televisores… Parece una medida antigua pero visto lo que se ve por todas partes creo que es del todo revolucionaria. No hay nada más sostenible que decir NO al desperdicio de energía, y apagar es una medida que siempre ha funcionado y siempre funcionará.
Como te decía arriba, estas son sólo algunas de las formas de ahorrar energía en nuestro hogar. Un hogar eficiente se consigue entre todos, y si compartimos lo que sabemos podremos mejorar mucho más. Así que cuéntame:
¿Se te ocurre alguna idea más para ahorrar energía?
¿Has implementado algún cambio en tu casa que te ha dado buen resultado?
¿Cómo haces para inculcar estos buenos hábitos en tu familia?
Uys, pues yo lo siento, pero cuando estoy sola en casa o pongo la radio o pongo la tele para que me haga compañía. Me pone nerviosa el silencio… Lo demás, sí intento llevarlo a cabo.
Besotes!!!
¡Hola Margari! He estado mirando un poco en algunas tablas que he encontrado en internet a raíz de tu comentario para contestarte. La verdad es que si prefieres no estar en silencio todo es respetable. Pero al ver las tablas que te decía he visto que la TV está siempre entre las primeras en el ranking de electrodomésticos que más consumen en nuestros hogares, casi siempre debajo de la nevera, que es la que se lleva la palma.
Cuando tengo que hacer algo por la casa, como ordenar o limpiar, yo me inclino por la radio. No sé si no entra en las tablas porque ya no está de moda o porque consume mucho menos que cualquiera de los aparatos que tenemos ahora, pero lo que sí sé seguro es que el contenido de muchas emisoras es mejor que el de la tele, jaja, 🙂
Un abrazo,
Se me ocurren más cosas, una es utilizar siempre que sea posible agua fría para lavar la ropa. En mi casa no solemos ensuciar mucho la ropa y con agua a 20 grados sale perfecta.
Por supuesto también utilizar la lavadora y el lavavajillas solo cuando estén llenos.
¡Muchas gracias por tu aportación, Maite! Lavar con agua fría también supone un gran ahorro. Tomo nota de tu sugerencia. Un abrazo,
Yo primero soy socio de la cooperativa sin animo de lucro http://www.somenergia.coop, que es electricidad 100% renovable al mismo precio, asi que te aconsejo que te cambies para que almenos tu consumo sea rennovable y el dinero vaya a gente decente.
Despues, para ahorrar dinero, que no luz, aconsejo pasarse a la tarifa de discriminacion horaria, tienes 10h al dia (de 12 a 22h), que la luz es un 20% mas cara pero las otras 14h vale un 50% menos. Solo con el gasto de la nevera ya te sale a cuenta ;).
Y como consejo para la nevera y congelador, si los tienes medio vacios normalmente, pon botellas de agua llenas, aunque en un primer momento se tendran que enfriar o congelar, cada vez que abras la nevera perderas menos frio, ayudan a regular la temperatura y al haver menos aire evitan perdidas.
Me ire leyendo las entradas de tu blog, veo algunas con titulo interesante.
¡Hola Alex! Muchas gracias por tus consejos.
Tomo nota, especialmente del de poner botellas de agua en la nevera y el congelador, porque no lo conocía.
Saludos,