Llegados a estas fechas la mayoría de nosotros no tenemos más remedio que ir haciéndonos a la idea de que esto de las vacaciones ha pasado a la historia. Algunos afortunados serán los que prolonguen algunos días más su descanso. Yo, por lo menos, hoy he vuelto al trabajo. Y los que tendrán que hacerlo en breve serán los niños y los estudiantes, que se incorporan a sus tarea de aprender.
La compra de material escolar es a medias una necesidad y una moda. En muchas ocasiones los anuncios, los catálogos o los propios amigos hacen que queramos consumir más de lo que necesitamos. Más consumo innecesario significa desperdiciar recursos innecesariamente. Hay formas de consumo de responsable para hacer la vuelta al cole más sostenible. Aquí te cuento cómo puedes hacerlo en 6 pasos.
Paso 1: Mira si puedes usar libros de segunda mano
Los libros de texto suelen ser el mayor desembolso de todo lo que se compra en estas fechas. Por eso, si es posible, conviene reutilizar todos los que sea posible. Pueden ser de hermanos o familiares mayores, o incluso acudir a la compraventa de libros de segunda mano, que se realiza por internet de forma efectiva.
Siempre que se trate de libros en buen estado e iguales a los requeridos serán válidos, y a veces las diferencias son mínimas entre ediciones. Si por alguna razón no es posible que consigas la ultimísima edición de uno de los libros y decidas que tus hijos usarán la anterior, probablemente puedas hablar con los profesores. Entenderán la situación y verás como, a lo largo del curso, el libro sólo se diferencia en un par de textos y un par de ejercicios.
Paso 2: Inspecciona la mochila
¿Compras una nueva mochila cada curso? ¿Llega septiembre y la cambias? Si la que tenías estaba rota me parece bien, probablemente ahora hay más oferta que en otras épocas del año y así puedas obtener un mejor precio. Pero si no estaba rota, ¿por qué lo has hecho?
Piensa si es necesario estrenar una mochila este año. Puede que la que tienes esté en perfecto estado. Las mías duraban dos o tres cursos, y sólo las cambiaba cuando se rompían, ya fuera en octubre o en marzo. ¿Por qué comprar algo que no necesitas realmente?
Esto mismo también puede aplicarse al archivador, la carpeta de gomas, el estuche… etc. Si no están rotos el cambio de moda (en series de TV o cantantes famosos) no es una excusa para comprar uno nuevo. ¡Decóralo a tu gusto, o a su gusto, y reutiliza el que tienes!
Paso 3: Localiza los cuadernos del curso pasado, ¿hay alguno empezado?
La de los cuadernos empezados es una de las batallas que a mí más me gusta (y me gustaba). Resulta que puede darse el caso de que necesitaras empezar un cuaderno nuevo para una cierta asignatura en mayo del curso pasado. De ese cuaderno sólo utilizaste unas pocas páginas, porque el curso no daba para mucho más. ¿Qué pasaba con ese cuaderno al llegar septiembre?
Muchos profesores exigen cuadernos nuevos al comenzar el curso. Otros son más cautos con ese tema y permiten que los alumnos continúen los cuadernos del curso pasado, siempre que se trate de la misma asignatura. Esta opción es la que a mí me más me gusta.
Si el profesor no lo permite siempre queda una segunda vía: arrancar las hojas utilizadas del cuaderno, de forma que vuelva a quedar en blanco. Será una libreta más pequeña que las nuevas, pero siempre hay alguna asignatura en la que se escriben menos cosas.
Y si estás en la Universidad… creo que aquí puedes hacer lo que quieras, así que por favor ¡¡elige la opción responsable y usa tus cuadernos hasta el final!!
Paso 4: Pasa revista al estuche
Antes de lanzarte al expositor de bolígrafos mira lo que conservas del año pasado. Es posible que muchas cosas te valgan todavía. Una sugerencia: no hay por qué estrenar todos y cada uno de los bolígrafos el primer día de clase. Sigue la máxima que venimos aplicando: cuando acabe uno empezaré el siguiente.
Es posible que no sea necesario que compres sacapuntas, goma de borrar (suelen durar mucho si no estás en Primaria) o bolígrafo rojo.
Paso 5: Bucea en los cajones del escritorio
Este truco es parecido al del estuche, pero consiste en realizarlo en el lugar en el que estudias, o donde guardas el material para tus hijos. Seguro que tienes un cajón o una caja con un pequeño «arsenal» de porsiacasos. Revisa lo que tienes y pregúntate si necesitarás más en el periodo de un mes, más o menos. Si la respuesta es no, seguro que puedes aplazar la compra de ese objeto.
Es posible que no tengas que comprar: otro taco de post-it, porque tienes uno a medias; otro compás, otra regla (si se cuidan bien, estos últimos duran mucho). También puede que tengas un par de bolígrafos sin empezar, sobrantes del curso anterior. Con todo eso se puede comenzar el primer día.
Paso 6: Haz una lista
Con todos los pasos anteriores seguro que ya tienes claro lo que necesitas comprar y lo que no. Haz una lista con todo lo que sí es necesario que compres y ve con ella a la tienda. Yo, personalmente, tengo debilidad por el material escolar… así que contar con una lista me resulta útil en estos casos.
Si en el colegio te dan una lista como esta no tienes más remedio que ceñirte a ella, pero a lo mejor puedes informarte de las posibilidades de formar una cooperativa de material escolar. En estas cooperativas los padres de los alumnos ponen una cantidad de dinero por curso y con él se compra todo el material que los alumnos necesiten (desde lapiceros y pinturas hasta papel charol o cartulinas) a lo largo del periodo escolar. Por supuesto, para ponerlo en marcha el centro debe estar de acuerdo, pues serán los maestros los que compren los materiales. En cualquier caso, con una cooperativa de material escolar el desembolso es menor, ya que los colegios compran a mayoristas y se evita comprar más cuando no es necesario.
Y ahora, cuéntame:
¿Tienes alguna otra forma de ahorrar material escolar?
Cuando eras estudiante, ¿de qué otras formas hacías una vuelta al cole más sostenible?
Con mi hija practico desde hace tiempo todos estos consejos. Además, aquí en Andalucía existe el chequelibro. Con ese chequelibro te dan los libros principales gratis. Solo hay que comprar los de actividades. Y eso en primero y segundo de primaria. En el resto de cursos, son los mismos libros durante cuatro años. Al cuarto año hipotéticamente deberían renovarse estos libros, aunque este año, con los recortes, no se ha hecho. Así que vamos a por el quinto año con los mismos libros. A ver en qué condiciones están cuando entremos en clase. Y con el material, ya hemos revisado lo que aún tenemos del curso pasado y poquito hay que comprar.
Besotes!!!
Gracias por tu comentario, Margari. Es genial que los libros duren hasta cuatro o cinco años, creo que es de lógica, de sentido común. Espero que podamos compartir muchas más impresiones 😀
Interesante blog . Aprendo algo con cada web todos los días. Siempre es grato poder leer el contenido de otros bloggers. Osaría usar algo de tu post en mi web, naturalmente dejare un enlace , si no te importa. Gracias por compartir.
¡Hola! Gracias por pasarte por aquí. Me alegro de que te resulte interesante. Si me citas y enlazas no hay problema en que utilices contenido 😀
Saludos,
¡Ya estaba esperando un post como este! Parece que no, pero la vuelta al cole ¡representa mucho consumo! Cuando paso por delante de una papelería o librería veo ya a muuuucha gente con cestas llenas de lápices y bolígrafos de colores, rotuladores, agendas, cuadernos, calculadoras nuevas… material que acabará acumulandose en el «cajón de los bolis», como yo le llamo. Personalmente, me encanta el material de escritura, y solía hacer colección de cuadernos cuando era pequeña, pero ya hace un tiempo que me prometí que no compraría un solo bolígrafo o libreta hasta que aprovechara todo lo que tenía. ¡Y no me falta material!
¡Hola Kristina!
A mí me pasa lo mismo que a ti, ¡me encanta todo! 🙂
Afortunadamente mis padres me han enseñado todo esto, tal cual lo escribí en este post, y así he vivido estudiando mi colegio y mis carreras.
Creo que este mes es un buen momento para hablar de este tipo de consumo también, del volvernos locos porque «hay que comprar el material a los niños» cuando a lo mejor no necesitan tanto…
Un abrazo (y que sepas que ya nos une el amor por los cuadernos… sin remedio ninguno).
Tengo charol dónde te ubicas