Ya han pasado esas semanas duras en las que estamos técnicamente en otoño pero sigue haciendo calor. Tocará, en unos pocos días, hacer el cambio de armario, y eso puede traer consigo una gran avalancha de consumo. Sospecho que quieres quedarte a ver si somos capaces de hacer que nuestro armario sea un poco más sostenible.
Decía que estas semanas son duras porque, como sabrás si has leído mis propósitos para vivir el otoño, esta es mi estación favorita; así que estoy deseando que llegue y se me hace muy largo ese tránsito, esas frases de las madres que siempre dicen que aún tiene que hacer calor, y esos momentos en que no sabes qué ponerte porque sabes a ciencia cierta que tendrás frío por la mañana y calor por la tarde, lleves lo que lleves. Esas semanas ya han pasado y es tiempo de hacer el cambio de ropa para la nueva temporada.
Yo entiendo que hacer el cambio de armario significa quitar la ropa de primavera y verano y poner dentro la de otoño e invierno, que va a abrigarte como es debido. Pero soy consiente de que no todo el mundo lo entiende de la misma forma. Por ejemplo, la industria de la moda entiende que el cambio de temporada implica un cambio de tendencia (un cambio planeado el año anterior, ni más ni menos); por otra parte, las fieles seguidoras de la moda entienden este cambio de armario como la época para deshacerse de todo lo que ya no se lleva y llenar su armario de lo que sí es tendencia.
No es mi propósito atacar aquí a la industria de la moda, que sin duda crea puestos de trabajo en nuestro país (y en otros muchos países del mundo, como bien sabemos) ni ponerme en contra de las personas que quieren ir a la moda. Ni mucho menos. Pero entended que este es un blog sobre Vida Sostenible en el siglo XXI, y uno de los caballos de batalla de este siglo es el consumismo, que no es nada sostenible y que tiene uno de sus bastiones más fuertes en el qué me pongo.
No te alarmes, tener un armario sostenible no es sinónimo de no tener qué ponerse. Hay muchas formas responsables de vestir, algunas más que otras, y si puedes permitirte las ecológicas mucho mejor. Pero si no, toma nota de estas formas de colaborar, que también son interesantes y harán que el mundo sea un poco mejor.
¿Por qué creo que tirar ropa cada año y comprar la que está a la moda no es responsable ni sostenible? Estas son mis razones.
1. Desechar ropa de la temporada anterior porque cambia la moda es un desperdicio de recursos
Puede parecerte que se trata sólo de una camiseta, pero en realidad una camiseta es hilo, tela, tintes, la electricidad y el agua que fueron necesarias para fabricarla, las horas de trabajo de quienes la cosieron y supervisaron cómo se hacía, el combustible que hizo que llegara hasta ti, y todos los demás recursos que se emplearon en la cadena de producción hasta que esa prenda estuvo en tus manos. Llamar a las cosas por su nombre ayuda mucho a visualizar lo que en realidad estás desechando.
Como tú quieres llevar una Vida Sostenible haz esto:
- Usa tu ropa hasta que se gaste o se estropee.
- Compra pendras que vayan a servirte varios años.
- Piensa fríamente que, a menos que un jersey o un vestido sean realmente de hace décadas, es difícil que esté pasado de moda.
- Regala o dona lo que no te valga y lo que ya no puedas ponerte pero esté en buen estado. Seguro que hay alguien que puede usarlo.
- Invierte en calidad frente a cantidad: hay estudios que dicen que las mujeres preferimos muchas prendas baratas en lugar de una que sea de mejor calidad con tal de ponernos más cosas distintas.
- Haz trapos con la ropa más vieja, la que no puedas regalar ni donar. Toma nota: lo de hacer trapos no es cosa de abuelas, es algo útil para no desperdiciar recursos. Así no manchas las bayetas que compras en el supermercado cuando limpias algo especialmente sucio, como el coche.
2. Mucha gente trabaja en condiciones indignas para fabricar la ropa que llevamos puesta
De acuerdo, no podemos estar en todo y la globalización tiene una cara B un tanto siniestra: yo llevo puesto el último grito en faldas mientras la persona que la fabrica gana un jornal más que ridículo. Y poco podemos hacer al respecto cuando la ropa que podemos permitirnos es sólo esa, o cuando apenas se ofrecen alternativas.
De todas formas no tiremos la toalla tan pronto: es cierto que quizá no podamos contribuir a su bienestar como nos gustaría, o no podamos hacer compras más responsables debido al precio y a la disponibilidad, pero siempre podemos mejorar las cosas, aunque sea con pequeños granitos de arena.
Como tú quieres llevar una Vida Sostenible haz esto:
- Conoce lo que pasa en el mundo, infórmate sobre las condiciones de trabajo de los países en los que se fabrica tu ropa. Ten un pensamiento crítico, desarrolla una opinión y luego elige. Tienes mucha información en webs como Ropa Limpia para ir leyendo sobre el tema.
- Lee las etiquetas, sé consciente de dónde se ha fabricado lo que llevas puesto.
- Busca alternativas a las tiendas de moda convencionales. Ve mirando cosas, a lo mejor algo te sorprende o te gusta.
- Respeta el trabajo de quienes fabrican la ropa usándola hasta que ya no sirva. De acuerdo, no puedes mejorar todo de un golpe, tú solo, pero tampoco contribuyas a que empeoren las cosas.
3. La industria de la moda nos impone un ritmo de consumo insostenible
Nos lleva por delante de lo que sucede; nos prepara para el otoño desde el verano; cambia la tendencia antes de que nos demos cuenta de que la tendencia existe; nos mira por encima del hombro si no vestimos como se supone que marcan los tiempos.
Un momento, ¿crees que esto puede seguir así? ¿Es posible que se mantenga este ritmo de consumo? Definitivamente no.
Como tú quieres llevar una Vida Sostenible haz esto:
- Racionaliza y sé realista. Igual que en el punto primero, tienes que reflexionar si realmente algo está pasado de moda.
- Piensa también quién decide esto y por qué.
- Pregúntate: ¿qué necesito en realidad? Así te enfrentarás a las compras adquiriendo sólo lo que te hace falta.
- Explora otra forma de hacer las cosas, otra forma de vestir. Por ejemplo, el Proyecto333 es un movimiento creado para vivir 3 meses con 33 prendas de ropa. Cuando leí sobre él en el blog Organicus me pareció muy interesante. A lo mejor puedes hacer una variación y reducir las prendas que usas.
4. No es de recibo que se perciba la moda como un signo de estatus o de pertenencia a una clase
Y tampoco que nuestros jóvenes entiendan que si no siguen las tendencias no son parte del grupo ni serán aceptados por los demás.
Yo creo que una práctica que no cuida de las personas tampoco es sostenible.
Como tú quieres llevar una Vida Sostenible haz esto:
- Contribuye con tu ejemplo a que esto no suceda. Pon el foco en lo importante de cada persona, no en cómo viste.
- Enseña a tus hijos y a quienes están a tu cargo que vestir de forma adecuada no es sinónimo de ir a la última, sino de saber lo que debes ponerte en cada ocasión.
- Ten especial cuidado si eres chica. ¿Por qué? Por que la industria de la moda nos lleva por caminos no muy saludables… Si al llegar a la tienda no te cabe una determinada prenda no pienses automáticamente que el problema eres tú. En muchísimos casos el problema es la propia prenda.
Todas estas cosas pueden resumirse en una sola: realiza un Consumo Responsable, también en la ropa.
Y estos días, cuando cambies la ropa de tu armario, piensa sobre todo esto. Yo soy de las que cree que muchos pocos hacen un mucho. Imagina lo que podemos hacer si nos unimos…
Cuéntame:
¿Crees que la industria de la moda nos lleva por caminos poco sostenibles?
¿Cómo ves tu armario? ¿Crees que puedes mejorarlo reduciendo las prendas o comprando de otra manera?
¿Tienes alguna idea para ayudarnos a vestir de forma más responsable?
Todo nos lleva a consumir más de lo que deberíamos. Veo ya las grandes superficies con las estanterías llenas de juguetes y gente ya comprando y no puedo evitar pensar que el mundo se está volviendo loco. Y qué frágiles somos que nos convencen con nada que hagan. Nos meten en la cabeza que tenemos que estar pensando en octubre qué poner por reyes a nuestros hijos, nos meten que tenemos que cambiar nuestra ropa cada año… Y nos dejamos convencer.
Alguna de tus ideas ya las practico. E intento que mi hija también las practique y no se deje llevar por las marcas. A ver si lo conseguimos, que ahora es cuando está entrando en la edad crítica, la edad del pavo.
Besotes!!!
¡Gracias Margari! La labor que haces con tu hija es tan, tan importante…
A mi hermana y a mí mi madre siempre nos ha enseñado todo esto, y aunque seguro que muchas veces no lo he entendido, mira lo que pienso ahora. Creo que ese «sostener» a los más vulnerables es fundamental para el futuro.
Y sobre el ritmo de consumo… así es. No nos dejan disfrutar de nada, ¿verdad? Parece que siempre tenemos que estar preparando lo siguiente.
Un abrazo muy grande.
Agradezco mucho tu artículo, estaba consciente en lo consumista que podemos llegar a ser, sien embargo nunca había reflexionado sobre el proceso de elaboración de cada prenda y lo eso conlleva, de ahora en adelante tendré en cuenta toda esta información, tratando de ponerla en práctica. Feliz día.
¡Gracias por tu comentario, Jonmary! Me alegro de que te haya servido este artículo para reflexionar. Un abrazo,