Propósitos para vivir el otoño

Una de las desventajas que yo veo a esto de vivir en una gran ciudad es que el paisaje no cambia. Seguro que hay quien vive rodeado de asfalto y además tiene un parque cerca donde observar un poco de verde cada día; pero en lo que a mí me toca, se me pasa cada jornada sólo viendo el gris de la carretera y el blanco de las paredes, de casa o de la oficina, sin apreciar una de las características de nuestro clima: el paso de las estaciones

Yo nací entrando el otoño y me gusta esta estación más que ninguna otra. Me gusta todo lo que tiene que ver con estos meses y por eso me fastidia tanto que cada año se me pasen como si nada.

El lunes pasado, camino del trabajo, la carretera me sorprendió con algo que apenas recordaba después de estos últimos meses de sol y calor: un banco de niebla de varios kilómetros. El paisaje que se veía era precioso, aunque apenas viera más allá del coche que iba delante del mío. Me di cuenta en ese momento de que estábamos entrando en el otoño, ya sin duda, aunque a lo largo del día esa niebla diera paso a un día soleado. Y me dio pena no poder disfrutar de esa parte de la mañana, me dio mucha pena no poder pararme a observar esa niebla, a sentir la sensación de estar envuelta en una nube, de tener un poco de frío a esas horas tan tempranas.

Por eso este año he decidido que no va a pasarme lo mismo de siempre. No voy a dejar que las hojas del calendario pasen solas y a toda velocidad sin que me de cuenta de nada. De acuerdo, no vivo en un lugar en el que pueda observar cada día el cambio de los colores en la naturaleza, y tampoco tengo plena consciencia cada minuto del día, ni tengo tiempo para regocijarme (como me gustaría) en cada hoja que cae de los árboles; pero he pensado que este otoño voy a hacer algo para vivirlo un poco más que el anterior.

No sé si estás en el mismo caso que yo, pero aquí te dejo una lista de cosas que quiero hacer estos meses:

+ mirar por la ventana cada mañana para ver qué día hace, no sólo para saber qué me pongo o si el agua estropeará el paseo

+ escuchar cómo cae la lluvia y respirar muy fuerte el aire nuevo y limpio que nace tras la tormenta

+ observar cómo cada día es de noche un poco antes, y cómo la ciudad se recoge y se prepara para la siguiente jornada

+ disfrutar de los colores de la estación, de los naranjas y los marrones, y aprovechar que ahora es cuando se ven por todas partes

+ estar atenta a esos sabores de temporada que sólo saben así de bien cuando empieza hacer frío, como la calabaza o las castañas

+ encender una vela cuando anochece, quemar esencia de pino y ambientar la casa para el otoño

+ beber té con especias, con canela, con vainilla, y saborear poco a poco la taza mientras fuera hace frío

Creo que me quedo corta de algo, seguro.

¿Se te ocurre alguna cosa más para disfrutar del otoño como se merece?

14 comentarios

  1. Qué buena esa de calentarse las manos con el calorcito de un buen té, a poder ser a la luz de una bonita chimenea 🙂

    Y por supuesto por supuesto, aprovechar esta época para escaparse a disfrutar de la caída de las hojas en nuestro maravilloso parque de El Retiro!!(No sólo aquí, la península entera tiene parajes donde se crean paisajes increíbles con la llegada del otoño!)

    1. ¡Gracias Carmenchu! El Retiro es fantástico para los que estamos en Madrid… todo un pulmón para respirar un poco. Estoy deseando que empiecen a caer las hojas… 😀

  2. En ciudad cuesta más notar todos estos cambios. Una de las cosas que más me ha gustado siempre es observar cómo cada día la noche se acerca antes. Aunque no es de las cosas que más me gustan. Se me hacen los días más cortos, me da la sensación de que se me escapa antes y no me da tiempo de hacer todo lo que me gustaría hacer. Y escuchar y sentir la lluvia, respirar el aire tras su paso, comer nueces, castañitas asadas… Si es que cada estación tiene su encanto.
    Besotes!!!

    1. Efectivamente Margari, en la ciudad cuesta mucho más. Por eso voy a empeñarme con ello este otoño.
      Sobre la ausencia de luz… sí, a mí también me pasa que parece que se me acaba el día, y creo que por eso esta estación nos regala la posibilidad de hacer cosas dentro de casa y poder estar con los nuestros.
      ¡Un abrazo!

  3. Siendo de tierras del norte, me gusta mas disfrutar de esta estación por allí arriba. Independientemente de que, aunque por desgracia, no pueda disfrutar de mi tierra todos los días, lo de quemar ramitas de pino u otros arboles me parece una idea fantástica para recordar olores que solo se disfrutan ahora.
    Gracias por el Consejo¡¡¡¡¡¡

    1. ¡Gracias Almudena! ¿Verdad que los olores son muy potentes para transportarnos hasta donde queremos ir? Yo ya he preparado mis esencias… Os iré contando. ¡Un abrazo!

  4. Buenos días!

    Al naranja y al marrón del otoño yo le añado el gris de los días lluviosos, y el estallido de colores, más intenso y hermoso cuanto más breve, cuando las nubes se marchan. Añado además ese amanecer cada día más tardío y perezoso, el fresco, casi frío, que arranca con la mañana, aunque uno se empape de sueño y cueste más trabajo levantarse.

    En otro tiempo el otoño estuvo marcado por el olor de la leña quemada en la chimenea y el de los libros nuevos (o no tan nuevos), que significaban frontera ineludible entre el verano y el otoño. Resultaba más agradable que lo que llegaría años después, el año dividido sin más entre vacaciones y puentes y días laborables. Por ello creo que merece la pena pararse ante la ventana cada mañana, aunque sea solo un minuto, y mantener viva la relación entre el entorno y ser humano (algo que seguimos siendo, aunque cada día nos parezcamos más a Terminator con tanto chisme…).

    Magnífico texto. Un abrazo

    1. ¡Gracias Corso!
      Sabía que me dejaba algo… había olvidado mencionar esos otros colores y olores que también son otoño y que también merecen ser disfrutados.
      Un abrazo,

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