En la novela Fahrenheit 451 Ray Bradbury ya creó una sociedad feliz y contenta, a la que le daban a escuchar aquello que quería escuchar, que emitía los programas que la gente quería ver, aquellos que no aportaban nada y que mantenían su cerebro quieto, sin hacer preguntas…
Hay algo de lo que quiero hablarte hace tiempo. Lo cierto es que no tiene mucho que ver con la vida sostenible, digamos que hoy saco los pies del tiesto, aunque si buceas en lo que no está en la superficie seguro que le encuentras el sentido al texto de hoy.
Lo tengo en la lista de pendientes desde hace tiempo, y me digo siempre que quizá este martes sea el día…
Hoy quiero escribir sobre las noticias, lo que se considera noticia, lo que no, lo que no pasa la criba del informativo de las 21.00h, porque no hay tiempo, o no hay ganas.
Pero también quiero que hablemos sobre lo que nosotros mismos hacemos que no sea noticia, que no sea nada, que se diluya en el ambiente sin llegar a mayores.
Si me surgen las ganas de escribir sobre esto, porque menudo tema he ido a elegir para hoy, es porque veo (con mucha tristeza, he de decir) que cada vez es más evidente cómo nos influencia la forma en la que nos cuenten esta película que es la vida.
Porque todo lo que nos cuentan nos influye. Puede crearnos miedo, o abundar en nuestra ignorancia, puede hacernos vivir la mar de felices porque no nos enteramos de lo que pasa en realidad (la mayor de las felicidades, probablemente), o puede aleccionarnos en un sentido o en otro.
Afortunadamente no hemos llegado a los extremos de la novela de Bradbury, pero me he dado cuenta de que hay muchos parecidos con la realidad de hoy en día. Si has leído la novela me gustaría mucho conocer tu opinión sobre este tema.
También es posible que lo que nos cuentan, la información que tenemos, nos enriquezca y nos forme un juicio equilibrado de los sucesos, y de las personas, para así poder actuar en nuestro día a día de forma coherente con lo que pensamos.
Pero todo eso es teoría…
Dice el DRAE que noticia es una información que se considera interesante divulgar; también, en su tercera acepción, que se trata de una información nueva sobre un asunto o sobre una persona.
Entiendo, entonces, que muchas de las cosas de las que no nos enteramos es porque no son consideradas de interés para nosotros (porque alguien lo decide así) o porque no son hechos nuevos. No es nada novedoso que sigue habiendo hambre en el cuerno de África, ¿para qué vamos a hablar de ello?
Es evidente también la forma que tenemos de tapar unos sucesos con otros, de manera que la opinión pública queda acallada porque no se vuelve a hablar del tema. De esto nos damos cuenta todos en el salón de nuestra casa.
Pero no quisiera que este artículo sea una crítica a los medios de comunicación, o al menos no que se entendiese como eso solamente. Hay mucho que decir, mucha tela que cortar sobre ese tema, pero ellos tienen sus motivos para actuar como actúan, y eso no hay quien lo niegue.
Lo que a mí me gusta es poner el foco en lo que tú y yo podemos hacer, en lugar de ponerlo en lo que puede cambiar otros. Esto ya te lo he comentado en alguna ocasión. No le gusta a todo el mundo, pero es la forma de batallar que conozco y que más se ajusta a mi forma de pensar y de vivir.
Por eso te hago un llamamiento. ¿Y si intentamos leer, aprender, informarnos, acerca de todo aquello que no nos muestran en primera plana?
Aprovecho para hacerme este llamamiento a mí misma, porque hay días que ni siquiera leo esa portada de la que te hablo arriba.
Hace años, cuando salí de un máster y comencé a buscar trabajo, las noticias eran tan desoladoras que dejé de leer la prensa durante meses. Desempleo, guerra, crisis, pobreza… Eso me dolía, soy de las que piensa que todo eso hay que saberlo y ser consciente de ello, y me gusta estar al día de lo que pasa en el mundo. Pero fue lo mejor para mi en ese momento. Ahora vivo en una especie de sequía informativa involuntaria porque muchas veces no llego a las noticias de la noche. No pasa nada, todo tiene arreglo.
¿Sería posible, entonces, que lo intentásemos?
Sería dejar de recibir información de forma pasiva para comenzar a interesarnos por lo que pasa a nuestro alrededor, malo o bueno (que también hay mucho).
Sería aprender sobre aquello que no nos viene dado, o que no interesa que nos cuenten. En todo lo que nos sea posible investigar, claro está, porque hay límites a nuestras pesquisas de ciudadanos de a pie.
Sería que valorásemos las que son noticias de verdad, y que incentivásemos a aquellos que nos las proporcionan, en lugar de premiar a los que nos llenan la cabeza de pájaros o nos dan noticias que no aportan ningún tipo de valor a la sociedad.
O sería equilibrar la balanza: estar al tanto de noticias que de verdad importan y de aquellas que, aunque son menos relevantes, tampoco hacen mal a nadie y nos entretienen, pero sin darles la relevancia que tienen ahora. En este caso me veo en la obligación de explicarme: estoy hablando, obviamente, de esos canales de televisión que se nutren de los famosos que ellos mismos han creado, y de las noticias que ellos les proporcionan; de las publicaciones que hacen lo mismo, y que es imposible leer sin preguntarse «y éste, ¿quién es?».
¿Cómo sería el mundo si prestásemos atención a las noticias importantes?
[EXTRA]
Para bajar de la nube te doy algunas ideas para buscar esa información que te enriquezca (son mías, mis ideas, no son dogma, pero las comparto contigo por si te ayudan).
- En cualquier caso siempre es interesante leer un par de versiones sobre la misma noticia. Suele pasar que no todo es blanco o negro y cada uno arrima el ascua a su sardina, como se suele decir.
- Piensa si hay alguien que pueda tener interés en que se divulgue una determinada información. Eso no es malo, cada uno tenemos nuestro propio interés, pero quiere decir que hay que buscar la otra parte de la historia para completar el puzzle. Esto pasa mucho en las noticias relacionadas con lo alimentos y la nutrición.
- Cuando busques información sobre derechos humanos o medio ambiente, temas poco tratados en según qué medios, puedes recurrir a ONG u organizaciones que realicen informes sobre el tema que buscas. La mayoría de ellas trabajan sobre el terreno para escribirlos.
- Si estás comenzando puedes hacer tus propias averiguaciones sobre estos problemas urgentes que tiene el planeta, y que es necesario que conozcas.
Cuéntame:
¿Crees que estamos bien informados hoy en día?
¿Cómo consideras tu nivel de información?
¿Cómo crees que respondería la sociedad a una información como esta?
Nos enteramos de lo que quieren y es evidente que cada medio de comunicación se inclina hacia un lado o hacia otro. Ya llevo tiempo que cuando leo periódicos, leo varios para coger todos los puntos de vista y enterarme mejor de lo que sucede. Y aún así, es difícil.
Besotes!!!
¡Yo hago lo mismo, Margari! Pero sí, sigue siendo difícil… Un abrazo,
Son tiempos difíciles para la información. Siempre hubo dinero y/o ideología detrás de cada medio, y ahora es más complicado porque internet hace que existan cientos de versiones de una misma noticia. Además siempre publican acelerados, no hay tiempo que perder, no se contrastan los datos para que otro no publique antes que tu.
Hacer un esfuerzo para tratar de comprender es importante. Dificultad: hace falta tiempo y mente crítica. El gran Bradbury adelantó un mundo al que de forma diferente parecen llevarnos, aletargan las mentes con des-información en vez de quemar los libros. Les estamos facilitando la tarea si no despertamos.
Opino como tú, Macondo… Pero creo que es ese esfuerzo el que hace que muchas veces nos acomodemos y aceptemos lo que nos dan, sin más… Es peligroso a largo plazo, yo creo. Un abrazo, y gracias por compartir tu punto de vista.
Como periodista que soy (aunque no trabajo en los medios de comunicación) no puedo más que aplaudir tu post y darte las gracias. Te escribiré por privado, porque eres y has sido una gran influencia positiva en mi camino hacia una vida más sostenible. Pero por ahora me conformo con darte toda la razón y agradecer una información tan necesaria.
Desde que me fui de casa de mis padres y no veo la TV, aparte de que me siento un poco mejor y menos pasiva (aparte de lo que leo, por lo que hago y por mi forma de vivir), selecciono lo que quiero leer y lo contrasto en varios medios para tener la mejor versión posible.
De todas maneras he notado que, respecto a ciertas cosas que nos son «ajenas» (y digo ajenas porque no nos afectan de forma directa o no lo harán a corto plazo) los temas se tratan siempre desde una visión aséptica o catastrofista a más no poder. Total, ¿qué puedo hacer yo para frenar el cambio climático o para frenar la pobreza extrema, no? Sólo quedarme impasible en el sofá, entristecerme el minuto que dure el reportaje que emite el telediario y distraerme con otra cosa a los cinco minutos. Pero si todos hiciésemos el esfuerzo, precisamente, de informarnos, sabríamos lo que ocurre y pondríamos un poco más de nuestra parte. Idealista, me llaman jajaja
En fin. Al menos nos quedan los libros. Y la gente como tú, con ganas de contar la verdad. Leer despierta la mente y te da perspectivas que no tenías antes. Y las ONG hacen un trabajo de documentación e información muy valioso.
Para acabar mi parrafada, me despido con una cita del gran Noam Chomsky que me gusta mucho: «Si asumes que no hay esperanza, garantizas que no habrá esperanza. Si asumes que hay un instinto hacia la libertad, que hay oportunidades para cambiar las cosas, entonces hay una posibilidad de que puedas contribuir a hacer un mundo mejor. Esa es tu alternativa» Informémonos y luchemos por un mundo mejor. Gracias por lo que haces 🙂