
En la novela Fahrenheit 451 Ray Bradbury ya creó una sociedad feliz y contenta, a la que le daban a escuchar aquello que quería escuchar, que emitía los programas que la gente quería ver, aquellos que no aportaban nada y que mantenían su cerebro quieto, sin hacer preguntas… Seguir leyendo «Las noticias que importan…»