Yo soy de esas personas que espera, literalmente, la caída de la hoja. Esa expresión que usamos para reprender a los niños que tardan o a quienes van lentos, «¿A qué esperas? ¿A la caída de la hoja?». Sí, yo sí. Es que me encanta el otoño.
Cada año lo espero con impaciencia, luego llega y a veces se va igual que ha venido: callando, casi sin que me de cuenta. Se va como siempre, lo que ha pasado es que yo estaba más distraída que otras veces. Y cuando me acuerdo de disfrutarlo ya es enero, y eso ya no es otoño, aunque en esta parte de Europa una ya no sepa lo que es cada mes.
A veces se me ha escapado el otoño, como a cualquiera. Pero no quiero que me pase siempre y tengo mis planes favoritos para esta estación. Son gratis, o casi gratis, y no requieren que salgas a los comercios o que compres entradas de nada. Los mejores espectáculos de esta temporada son al aire libre y tienen aforo ilimitado.
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Se me ha ocurrido publicar esta lista porque el tiempo pasa, los meses vuelan, y todos estos planes son tan estacionales, tan de este momento, que no quiero que te los pierdas y que tengas que esperar nueve meses más para llevarlos a cabo.
Algunos planes que no puedes perderte este otoño
Come calabaza en todas sus formas, o como más te guste. Ahora es el momento, y no sirven solo para decorar en Halloween. Haz crema, calabaza asada, añádela a las lentejas o a la masa del bizcocho, o busca en internet recetas que puedas hacer con ella.
Asa castañas, aunque no tengas fuego. Yo las pongo en un asador en la cocina de casa, pero obviamente en la chimenea saben aún mejor.
O párate a comprar un cucurucho de castañas asadas en la calle. Creo que este es uno de los placeres de la vida.
Bebe té aromático, el que prefieras. A mí en esta época el cuerpo me pide té negro, o mezclas de té con canela, que en verano me apetecen menos. Una taza de té caliente en la tarde me parece un plan perfecto.
Pasea por el bosque o por el parque. Los mejores colores salen a relucir ahora. No hablo solo de los marrones, sino también de los amarillos intensos, o los degradados de esas hojas que antes eran verdes pero aún no se han secado del todo. Observar cómo la naturaleza se retrae lentamente es comprender que a veces hay que bajar el ritmo, coger fuerzas para luego.
¿Y qué me dices de la caída de la hoja? Esa con la que empezaba el artículo. Escucharlas bajo los zapatos es una de las cosas que más me gusta en esta estación. En bosques y parques esta capa de hojas acabará formando parte del suelo, devolviendo nutrientes que el propio árbol ha absorbido al crecer. ¿No es hermoso saber que nada es basura en un entorno como ese?
Pon una vela en el salón y recupera la luz que por las tardes empieza a faltar. Un ambiente acogedor no nace solo, a veces hay que fabricarlo. Cuando fuera hace frío o llueve puede que te apetezca más que nada estar en casa, en un ambiente agradable y que te haga sentir bien. La luz tenue, esa vela de la que te hablaba, puede ayudar a que te relajes.
Hornea un bizcocho y observa cómo huele tu casa. Huele a hogar. Hogar no es lo mismo que casa, por cierto.
Reposa el cuerpo, como lo hacen los árboles y los animales en estos momentos. Prepáralo para épocas en las que necesites otra energía, y descansa del verano y sus miles de planes. Sé que notas un poco más de cansancio en estos meses. A mí también me pasa.
Aprovecha cuando llueve para escuchar cómo suena. No pienses que ya empiezo a escribir romanticismos… ¡es que merece la pena! Párate un minuto, aunque sea. Es que escuchar llover es especial. Hoy, que estamos tan separados de la naturaleza, escuchar llover es uno de los pocos placeres que podemos darnos aunque vivamos en la ciudad. Sí, no suena igual en el monte que en tu calle, pero ¿cómo vas a saberlo si no te paras a escucharlo?
Ya van 10 planes… Tampoco quiero bloquear tu agenda de aquí a enero, así que con estos tienes unos cuantos para disfrutar el otoño.
De todas formas, antes de despedirme de este artículo, prométeme que pase lo que pase, hagas lo que hagas y estés donde estés, estos meses vas a pararte a oler la lluvia.
¿Prometido?
Hola Irene,
Me ha encantado tu post, me ha echo reflexionar y me has transmitido mucha calidez con tus palabras, precisamente la calidez del otoño. Soy de Valencia y aquí empieza ahora el fresquito, pero yo el tema del té y la vela lo aprovechó todo el año😄😄. Eso sí, estoy deseando asar un par de calabazas que me dió mi padre, ya que me encanta tanto en crema como en bizcocho, me pasó estos meses disfrutando de las cremas de verduras, pero la que más me gusta es la de calabaza, tal cuál, sin patata ni nata ni nada de eso, a veces con zanahoria, y algo de pimienta, cúrcuma,jengibre, sal y un chorrito de aceite de oliva. Que rica!! Por otro lado, los días de lluvia por aquí escasean y me encanta observarla desde mi ventana junto a mis gatitos, sentir la limpieza y el frescor que aporta al ambiente. Gracias por inspirarme bella! Viva el otoño!🍂🍁🌾
¡Viva el otoño! Muchas gracias a ti por leerme. Que lo disfrutes (y ojalá llueva un poco, un poco… por allí).
Oh qué calidez he sentido de leerte. Bienvenido otoño!!!
¡Gracias Gemma! Gracias infinitas por dejarme un comentario.
Un abrazo.
Hola Irene
Me ha encantado tu artículo. Siempre me haces reflexionar sobre cosas sencillas pero importantes.
Sobre todo me he sentido muy identificada con las hojas de los árboles. Me encanta pasear arrastrando los pies y oyendo su sonido.
Intentaré poner en práctica estos consejos otoñales
Un abrazo
Gracias por tus palabras, Mariví 🙂 Que disfrutes mucho estos planes.