De un tiempo a esta parte nuestra vida se mueve (a veces lo parece) a golpe de hacer scroll en la pantalla de nuestro móvil. Miramos (yo misma) unas cuantas redes sociales en las que creemos encontrar comportamientos generalizados de la población; a base de eso nos damos cuenta de que nuestra vida no es igual que la vida de los demás, sino que suele ser peor, en muchos aspectos y también en el de la vida sostenible. No íbamos a ser menos…
Que las redes sociales hacen que nos comparemos con los demás no es ninguna novedad. Ya lo sabes tú, no me cabe duda. Comparamos casas, trabajos, oficinas, cuerpos, caras, tiendas, vestidos… Y casi siempre salimos perdiendo. Cuando salimos peor parados es cuando nos comparamos físicamente, y si no te animo a que leas este artículo de Esturirafi.
Pero no se queda ahí la cosa: como el caso es comparar acabamos comparando todo y eso incluye nuestra vida sostenible. Viendo algunas fotos de las cuentas más famosas en la red una puede llegar a plantearse: ¿será que mi vida no es tan sostenible como yo creía?
Para que no te desanimes, y sobre todo para que no te rindas si estás empezando en esto de llevar una vida más responsable con el medio ambiente, he preparado este artículo.
Verás, las redes sociales se han inundado de algunos objetos que, ya te lo voy adelantando, no es necesario que compres para tener una vida sostenible.
Son objetos preciosos, están de moda y se ven en todas las fotos de Instagram, pero no son imprescindibles en absoluto. Me refiero en concreto a esos tarros Mason (o tipo Mason, porque no tengo nada en contra de la marca) que seguro que has visto.
Sí, son estupendos, algunos tienen asa y todo, están en las fotos de los libros de cocina más punteros del momento, Lauren Singer (de Trash Is For Tossers) los lleva allá donde va y puedes llegar a pensar que no eres nadie si no te paseas con un tarro lleno de batido verde por la calle.
La realidad es que esos tarros son muy bonitos pero no harás ningún bien al Planeta si compras uno sin necesitarlo realmente, porque lo cierto es que cualquier otro tarro de cristal que tengas en casa puede servirte para lo mismo.
Los tarros son sólo uno de esos objetos que no tienes porqué comprar para llevar una vida sostenible, pero hay algunas cosas más que tampoco son necesarias y sin las que puedes empezar a vivir una vida más verde perfectamente.
No tienes que comprar bolsas de tela de algodón orgánico desde el primer momento: estoy segura de que tienes bolsas de tela de propaganda en algún lugar, o incluso bolsas de algún supermercado, de cuando empezaron a cobrar por ellas. Úsalas hasta que se rompan y en ese momento ya verás qué haces para tener unas nuevas.
Tampoco tienes que empezar a cocinar con alimentos «exóticos». Verás muchos de ellos en libros de cocina, porque hemos empezado a incorporar en nuestra dieta productos que antes no comíamos (semillas varias, algas, setas y hongos, siropes endulzantes, etc). La realidad es que la mayoría de ellos vienen de países lejanos, con el consiguiente coste de transporte, y bastante envasados, lo que a mí perecer no les hace tan sostenibles como desearíamos (al menos en estas latitudes). Puedes llevar una vida más verde y sostenible consumiendo productos de tu tierra y de temporada, que seguro que son muy abundantes.
En el apartado de «comida para llevar» hay muchos utensilios que seguro que tienes en casa y que ahorrarán basura al medio ambiente por partida doble: no estás usando desechables y no estás comprando nada más.
No tienes que comprar servilletas de tela porque estoy segura de que, si tú no tienes, tu madre o tu abuela tendrán un cajón entero del que podrán sacar unas cuantas para regalarte. No sé las costumbres de otros países, pero en España hemos usado manteles y servilletas de tela hasta hace apenas una generación, mira si somos afortunados en este aspecto…
Los cubiertos portátiles, del tipo navaja suiza pero con cuchara, o esos pequeños de madera, son muy interesantes para comer allá donde vayas sin recurrir a los de plástico, pero piensa que si quieres llevarlos siempre contigo también puedes llevar un tenedor de postre y una cuchara pequeña encima. Sirven para lo mismo y ya los tienes en el cajón de los cubiertos…
Estas son sólo algunas de mis ideas para este tema, pero estoy segura de que hay más.
Lo que busco con estos ejemplos es que, si quieres empezar a construir tu vida en verde no te desanimes por estos obstáculos materiales. Habrá otros de los que sí tengas que preocuparte, guarda las energías para esos.
Estos objetos son prescindibles aunque quedan muy bien en las fotos. Usando lo que ya tienes en casa harás un doble bien al Planeta y podrás empezar a llevar esa vida sostenible que quieres.
Cuéntame:
¿Hay algún otro objeto sostenible que pienses que necesitas comprar?
¿Has comprado alguno y luego has visto que no lo necesitabas tanto?
Me encanta tu blog, sigue así 🙂
¡Muchas gracias, Fran! Qué alegría recibir un comentario así…
Hola!
Pues creo que más que comprar objetos nuevos, creo que lo importante es ir sustituyendo los que tenemos por otros más sostenibles, pero ahora mismo no se me ocurre nada que necesite…he ido solucionando algunas cosas sin gastrme mucho dinero, como la botella de agua (una botella de agua con gas de cristal) y como tu dices, para comer en el campo, pues unos tenedores de casa y listo.
Un abrazo y gracias por la mención! 😉
¡Hola Rut! He visto el tema de la botella en vuestro último artículo y me he visto muy reflejada, jaja, yo tengo unas cuantas de cristal guardadas para cuando tenga mi casa, las he ido encontrando en comidas varias y me servirán para la nevera.
Un abrazo,
Genial este artículo Irene. Coincido contigo en los ejemplos que has puesto.
Algo que me llama la atención también es que hasta hace unos años, al menos aquí en Canarias donde vivo, íbamos a la playa o hacíamos deporte con la ropa que teníamos más gastada. Ahora parece que si no haces deporte con ropa técnica o no vas a la playa con un modelo de temporada «no estás a la altura».
Va calando sin darnos cuenta el mensaje de que se necesita esto o aquello, cuando muchas veces no es así.
Un saludo!
¡Hola Noemí!
Pues tienes toda la razón en esto de la ropa deportiva. Otra necesidad más en la que no había caído.
Un abrazo y gracias por pasarte y comentar 🙂
¡Hola Irene!
A mi muchas veces me entran unas ganas locas de comprar todo tipo de tarros y utensilios para la cocina, pero luego me doy cuenta de que no tiene ningún sentido. Es más sostenible utilizar lo que ya tienes, aunque sea plasticorro. Pero con tantos tarritos tan monos y tantos utensilios de madera tan chulos a veces cuesta controlarse.
Buena reflexión. Como casi siempre, menos es más.
¡Un abrazo!
¡Hola Fer! Sí que es verdad que cuesta controlarse… Son estupendos y preciosos pero lo que creo que les hace aún más apetecibles es que salen en todas partes… jajaja. ¿Y si probamos a poner nuestros tarros reutilizados en todas partes? Yo quiero que se pongan de moda 🙂
Un abrazo enorme (y en cuanto pueda me paso a ver vuestros plásticos de abril).
Pues sí, nos hacen creer que necesitamos de todo y nos lanzamos a comprar como locos. Y al final lo único que hacemos es acumular tiestos. Antes de comprar, como bien dices, hay que preguntarse si realmente lo necesitas.
Besotes!!
¡Hola Margari! Gracias por pasarte siempre por aquí 🙂
Acumular trastos es algo que antes me daba lo mismo pero de un tiempo a esta parte me da pavor… ¿será que me hago mayor?
Otro motivo para no comprar sin motivo…
Un abrazo,
Pues yo estoy a punto de comprarme uno de esos tarritos tan monos. Llevo mucho tiempo llevando la comida al trabajo en tarros reutilizados y de vez en cuando había algún «escape» sin importancia, pero el otro día, cuando se me manchó la mochila de salsa de soja, pensé «hasta aquí hemos llegado». Vamos, que esta tarde me compro uno de esos porque son súper herméticos, se cierran a conciencia. A veces, también hay que comprar algo por cuestiones prácticas.
¡Hola Patri! ¡Me parece muy bien! 🙂 Las razones que escribes son buenas, no te lo puedo negar. Los tarros usados es lo que tienen. A veces tampoco sirven para hacer conservas porque se pasan de rosca.
Me ha gustado tu contrapunto a mi punto de vista y espero que disfrutes mucho de ese tarro.
Un abrazo grande,
Buen artículo… yo creo que lo importante es aprovechar al máximo lo que ya tenemos a mano. Que cambiar toda la casa y hacerla «más sostenible» no tiene ningún sentido si lo que se hace es tirar y comprar. Yo estoy muy a favor de reusar y de que mis «nuevas» adquisiciones sean de segunda mano, de proximidad, o de materiales más sostenibles. Justo ayer paseando a mi perro recogí un platito de maceta que alguien había tirado y que a mi me venía perfecto para unas plantas que tengo sobre un mueble, era de plástico, pero qué importa… mejor darle uso a que acabe en un vertedero o en los océanos 🙂
¡Hola Mariana! Me gusta ese punto de vista y lo comparto. Además me encanta que hayas dado vida nueva a ese platito y espero que tus plantas lo agradezcan 🙂 Un abrazo,
Me requeteencanta esta entrada! Muchas veces vemos fotos muy «glamurosas » pero la llevar una vida sin residuos no es eso (aunque no esté reñido). Usar las camisetas viejas para limpiar los cristales no es nada bonito y no queda bien en las fotos pero es muy efectivo, económico y ecológico, por poner un ejemplo. No nos dejemos llevar por propagandas porque acabaremos yendo en la dirección opuesta a la que buscamos.
Saludos
¡Exacto, Isa! Genial ejemplo ese de las camisetas 🙂
Todas esas pequeñas acciones nada «glamourosas» no salen nunca, y ahí están… (y son tan importantes).
Un abrazo,
¡Hola! Creo que este artículo era muy necesario, así que ¡muchas gracias por publicarlo! Ahora mismo me encuentro en un período de grandes cambios y, aunque a veces puede parecer abrumador, siempre tengo que recordar que mi «pasito a pasito» puede ser distinto al de las demás personas que quieran llevar una vida sostenible. Los objetos reutilizables no tienen por que ser de marca, la receta que utilice para hacer pasta de dientes casera no tiene por que ser la popular, y sin duda no tengo por que comprar «imprescindibles» que no voy a utilizar. ¡Apostemos por que las redes sirvan como motor de inspiración, y no de comparación! 🙂
¡Un abrazo!
¡Gracias por tu comentario, Khristina!
A mí me pasa como a ti, que estoy en proceso, y veo todo eso y me chirría… no me suena bien, aunque como dice Isa en un comentario anterior la sostenibilidad tampoco tiene que estar reñida con lo bonito.
Yo apuesto por unas redes inspiradoras como las que tú propones 🙂
Un abrazo,
Cuando empiezas el camino de la sustentabilidad te parece que nada es suficiente y a menudo sientes una horda de jueces detrás de ti, pero creo que se trata solo de aceptar que como cualquier camino solo se puede transitar un paso a la vez. Como dices lo mejor es utilizar lo que tenemos hasta que ya no sirva más y luego recién entonces reemplazarlo por su variedad «eco». Porque alargar la vida útil de nuestras cosas también es una actitud muy positiva para el planeta.
Y sobre todo no agobiarse, perdonarse y quererse. Como en todo, los extremos son malos y obsesionarnos con el tema no nos va a llevar muy lejos (sin contar que vamos a hartar a todo nuestro entorno social, jeje).
Me ha encantado el blog.
Ojalá tengas un ratito para pasarte por el mío, recién comienza pero todo suma para seguir difundiendo este modo de vida más consciente y comprometido.
¡Hola Amneris! Muchas gracias por pasarte por aquí y dejar tu comentario, y siéntete bienvenida en RECOLECTORA.
Me alegra que tengas tu propio espacio para difundir este mensaje tan importante. Ya te tengo en mi lista de feedly y así no me pierdo nada.
Un abrazo,
Súper interesante tu artítculo y súper buena reflexión 🙂
Es verdad que a veces confundimos conceptos, sobre todo desde que la «sostenibilidad» es una moda más
¡Esa es la cuestión, Carmela! Que esto está muy de moda… 😉
Un abrazo, y gracias por pasar por aquí,
Totalmente de acuerdo Irene!
El consumismo cambia de chaqueta pero sigue siendo lo mismo. Yo he ido poco a poco. Los tuppers de plastico los deje de lado y fui consiguiendo de cristal uno a uno (a no ser que hubiera una oferta). Ahora los de plastico los uso para congelar el pan cortado a rodajas, o cuando me voy de viaje por ahi y necesito llevar algo reusable y resistente. Me hacen sentirme menos culpable por tener algo que me niego a usar con comida. Tengo botes de cristal bonitos porque en su momento empece a hacerme batidos y tenian el tamaño perfecto de la batidora, asi no mancho nada más. Pero uso indistintamente reutilizados y esos. Trato de guardarlo todo en cristal. Creo que en España necesitamos reimplantar las botellas de vidrio reutilizables, como antes… es absurdo pasarnos el dia haciendo botellas y rompiendo botellas y botellines.
Desde luego que cada uno tiene que formarse su criterio y escuchar mas a la voz de su interior para ver que cosas puede hacer mejor con sus circunstancias, en lugar de buscar una solución fuera como estrategia habitual.
Gracias por el post
Un beso
¡Hola Amelia! Muchas gracias por pasarte por aquí y dejarme tu experiencia y tus consejos.
Que conste que no estoy en contra de esos botes por sistema, sólo creo, como tú, que hacemos un flaco favor al planeta si los compramos por comprar.
Sobre las botellas reutilizables, estoy completamente de acuerdo contigo. Creo que sería un paso hacia el origen que nos vendría la mar de bien. Reciclar ese vidrio, que es de lo poco que sabemos que se puede reciclar de verdad, está muy bien, pero mejor aún es reciclar menos y reutilizar más.
Un abrazo enorme 🙂
Me ha encantado tu post. Es verdad, vemos cosas ¡taaan bonitas! en las tiendas y en internet. ¡Un tarro es un tarro! ¿por qué no usar el de la mermelada que acabamos de comprar?. Estoy en algunas páginas tipo freecycle, ahí hay muchas idas y venidas de tarros, botellas etc de cristal. También soy de las que tengo guardadas botellas de Casera de las de antes para el agua en la nevera o lo que se tercie jajajaja. Los tupper de plástico los he ido sustituyendo, no me gusta el plástico. Los que estaban muy bien los regalé y los otros a medida que se volvían inservibles los he cambiado. He usado como tuppers tarrinas de helados, envases de esos grandes de aceitunas, etc etc. Me dicen en casa que no me pase, que tampoco tengo que aprovehar todo todo todo. ¿Sabes lo que tiene buen uso? los envases de los bastoncilos para los oídos. Tamaño perfecto para gente que hace manualidades, para las bobinas de hilo por ejemplo, y al ser transparentes ves lo que hay dentro y por su forma fáciles de almacenar. A un compañero le traje varias las vio muy útiles para guardar sus púas de guitarra.
Las hueveras también tienen un buen uso: como semilleros.
Podríamos seguir y seguir y seguir.. al que no se le ocurre una cosa se le ocurre otra.
Gracias por todas tus entradas y correos llenos de reflexiones y buenas y ideas.
Besos
¡Hola Deborah!
Qué curioso que menciones las cajas de bastoncitos… Siempre me han llamado la atención porque son estupendas y bastante «majas» para guardar cualquier cosa que quieras tener a la vista, pero al final me cuesta ponerlas en marcha porque tengo otras cosas para ese uso. Pero es una pena no aprovecharlas si van a venir bien para algo.
Sobre lo de no pasarse, estoy de acuerdo en general en que no hay que exagerar, pero si necesitabas ese envase de aceitunas o de helado, ¿por qué no usarlo? 😉 jejeje.
Un abrazo y gracias por tu comentario.
¡Qué buenos consejos Irene! yo al principio, cuando empecé a querer llevar una vida más sostenible… pensaba ufff pero esto me va a salir muy caro jajaja. Al final, el propio camino te va indicando por donde debes ir, y que si has decidido llevar una vida más sostenible, significa consumir menos.
Yo por ejemplo, me compré algunos tarros de cristal para guardar los granos y pastas, y también una botella de vidrio para salir fuera de casa. Después me di cuenta que no los necesitaba tanto porque he ido teniendo envases de vidrio (de comida que he comprado) para reutilizar. No compré más y ahora reutilizo las botellas de los zumos, los botes de yogur, del aceite de coco, etc. para guardar el arroz, la pasta, las galletas y todo lo que necesite. «Novatadas de principiante» jajaja
¡Hola, Yurena! Todas hemos tenido novatadas de esas…
Pero está bien que ahora hayas detectado todo aquello que puedes reutilizar.
Efectivamente, esta vida es para comprar menos 😉
Un abrazo y gracias por tu comentario,