Tanto si haces listas de propósitos cada año como si no, seguro que hay cosas que te planteas hacer en los próximos 365 días. No es extraño, todos queremos mejorar algún aspecto de nuestra vida, poner cosas en marcha, aprender algo nuevo…
Quizá uno de tus propósitos (o de las cosas que quieres hacer) es llevar una vida más sostenible en 2015. Si tienes ese deseo aquí te dejo algunas ideas que puedes llevar a cabo fácilmente para conseguir tu objetivo.
Lo mejor de esta lista es que con que pongas en marcha una sola cosa ya estarás haciendo algo productivo por el Planeta y por tu vida. Como sabes, muchos pocos hacen un mucho. Así que sin agobios y a ponerse verdes poco a poco.
1. Elige un alimento y cómpralo ECO o de comercio justo
Algunas de las cosas que consumimos a diario perjudican (y mucho) la salud del planeta y de quienes lo habitan. Por ejemplo, el café y el azúcar convencionales que compramos en cualquier supermercado no provienen de cultivos justos y son alimentos que desde siempre están ligados a la explotación de personas. Apostar por consumirlos de comercio justo es una muy buena elección.
Para cambiarte a los productos ecológicos, puedes probar con algunas verduras o algún producto de herbolario, como la quinoa.
2. Apuesta por el consumo de proximidad
En muchísimos casos los productos de huerta que vemos en los mercados de abastos proceden de huertos de la zona, sobre todo en ciudades pequeñas y pueblos.
Consumiendo estos productos estás apoyando las economías más cercanas a tu casa y estás reduciendo el consumo de combustibles y de envases, porque suelen venderse a granel. Además, aunque estos productos no tengan un certificado que los avale como ecológicos, siempre son más sanos y saludables que cualquier verdura envuelta en plástico que se encuentra en los lineales de los supermercados.
3. Consume frutas y verduras de temporada
Este puede ser un gran año para empezar a comer de temporada. Porque la naturaleza es sabia y cada estación nos regala los alimentos con los nutrientes que nuestro cuerpo necesita; y también porque el medio ambiente agradece no producir a destiempo, sino a su ritmo.
Echa un ojo a este calendario de frutas y verduras de temporada y ponte manos a la obra.
4. Planta un jardín en la terraza
Si puedes montar un vergel mejor que mejor, pero si no tienes espacio o posibilidad puedes empezar por lo pequeño. Con una terraza o un balcón es posible comenzar con plantas aromáticas que luego puedes incorporar a la cocina. Yo tengo ganas de tener una terraza y plantar alguna cosilla (quizá en 2015… nunca se sabe).
5. Reutiliza papel de formas creativas
No hay que ser un artista genial ni inventarse objetos estrafalarios para reutilizar papel… ¡nos basta con usarlo de forma útil pero consciente!
Puedes hacer libretas, grapando unas cuantas hojas usadas por una cara; o cuadernillos tamaño cuartilla, simplemente doblando por la mitad; o tacos de notas cortando los folios usados en trozos similares (como los que se compran para las oficinas, pero sostenibles). Lo importante es utilizar bien todo el papel que se pueda y reciclarlo cuando ya no sea posible usarlo más.
6. Reduce tu consumo de energía
Sí, porque seguro que puedes consumir un poco menos: cambiando a bombillas LED o de bajo consumo, o desenchufando por las noches aparatos que se pasan la vida en stand by (como televisiones, reproductores de DVD, o cadenas de música). Ya sabes que sumando, sumando… vamos consumiendo menos recursos.
7. En los restaurantes, empieza a llevarte lo que sobra
En 2015 tenemos que conseguir que los platos queden limpios y no se desperdicie alimento. En casa seguro que ya no tiras ni una miguita. Si sobra algo se congela, o se come al día siguiente, o se regala en una tartera a alguien de tus allegados; y así no tiras nada a menos que esté malo y sea un riesgo para tu salud.
Pero recuerda que en los restaurantes tampoco hay que tirar. Pide lo que creas que puedes comer, y si aún así sobra siempre puedes pedirlo para llevar. Sólo tienes que decirle al camarero que te prepare lo que ha sobrado para llevarlo a casa. Suelen tener recipientes para ello, o te lo ponen en papel de aluminio. Que no te de vergüenza, porque más vergüenza tiene que darnos tirar comida.
8. Lee libros sobre ecología y sostenibilidad
De acuerdo, estos libros no entretienen igual que una novela, pero te abren la mente y puedes aprender cosas interesantes o desarrollar una opinión crítica acerca de este tema. Es lo que me pasó a mí con Volver a la Naturaleza, de Richard Louv, y de vez en cuando retomo algunos pasajes que me gustaron para refrescarlos.
9. Cambia alguna serie por un documental interesante
Hay muchísima producción de documentales medioambientales o relacionados con este tema. Pasa como con los libros… no van a entretenerte como una serie o como una película de ficción, pero merece la pena verlos en algún momento para seguir aprendiendo.
Yo te recomiendo Comprar, Tirar, Comprar, sobre la obsolescencia programada; o Ámame enCARNEcidamente (de éste sólo he conseguido enlazar un avance), sobre el consumo de carne en Europa y las consecuencias de su producción para el medio ambiente. Y si quieres más no te pierdas esta entrada del blog Esturirafi con tres documentales que no puedes perderte (si los recomiendan ellas, yo también me los apunto).
10. Sé verde y sostenible de corazón
Aquí va mi idea extra, la que siempre hay que tener presente y subrayar en las listas.
Piensa en aquello que quieres poner en marcha este año sí o sí, porque seguro que hay algo que te inquieta y que yo no he sugerido. A lo mejor acabas de mudarte y necesitas un cubo separador de residuos porque no lo tienes todavía; parece evidente, no está en mi lista de sugerencias, pero sin duda es muy importante. O quizá tienes pendiente consumir más verduras en tu dieta, o no comprar más ropa, sino usar la que tienes…
Piensa en lo que tú necesitas, y en lo que quieres hacer para llevar una vida más sostenible en tu casa, con tu familia. Cuando la idea esté lista en tu cerebro llévala a tu corazón para ponerla en marcha. Porque ser verde y sostenible de corazón es mucho mejor a largo plazo.
No olvides colocar alguna de estas ideas en tu lista de propósitos, o en un post-it en tu agenda, o en la pizarra de la nevera…
¿Con cuál de todas vas a empezar?
¡Feliz (y sostenible) 2015!
Nota: ninguno de estos enlaces es afiliado, si los recomiendo es por que me gusta su contenido y creo que pueden interesarte.
Me apunto libros y documentales, gracias Irene!!!
Yo misma sigo ampliando la lista de documentales y libros interesantes… ¡hay mucho que aprender! Espero tener más muy pronto para seguir compartiendo.
Un abrazo,
Me encantaría poder plantar un jardín en mi terraza, pero va a ser que no, que poco espacio hay. Y tengo mala suerte con las plantas, tengo que admitirlo también. NO tengo mano con ellas. Me llevo apuntado Volver a la Naturaleza, de Richard Louv. Me has dejado con ganas de aprender un poco más con este libro.
Besotes y feliz año!!!
Margari, seguro que una plantita aromática no se te daría mal… 😀
Respecto al libro, es de mis favoritos; habla de cómo hemos perdido nuestro vínculo con la naturaleza, cómo los humanos nos hemos distanciado de ella y ahora tenemos lo que el autor llama «déficit de Vitamina N» y también de qué iniciativas conoce él que han vuelto a poner el énfasis en la vida más cercana a lo natural. Muy inspirador…
¡Feliz 2015 a ti también!
Me encanta la lista!! Con tu permiso la comparto en fb 😉 Este año ya he ido practicando algunas de estas ideas, y en 2015 voy a seguir y a añadir más!!! Que bonito es vivir en verde 🙂 Besos!!
Muchas gracias por compartir, Ester 😀
Un abrazo y feliz y verde 2015
Hola Irene, muchos de los propósitos ya los sigo aunque nunca está de más ser un poco más ambiciosa e intentar llegar algo más lejos, sobre todo cuando son cosas buenas.
En el mes de enero tengo programa una entrada en el blog sobre documentales y ecología, igual te sirve, la publicaré en unas semanas así que intentaré avisarte por si te interesa.
Un beso!
¡Claro que me interesa Isabel! Estaré atenta para ver cuándo la publicas, porque me interesan mucho los documentales para seguir aprendiendo (estas vacaciones he visto tres o cuatro…). Un beso.