Si lo de reciclar te suena aburrido desde hace tiempo, o piensas que meter cierto tipo de residuos en un contenedor u otro se te queda pequeño, esta propuesta te va a encantar. Si tu mente es creativa y mira todos los lados de una botella para ver qué puede hacer con ella, quédate a ver los enlaces que he recopilado hoy.
Te hablo del reciclaje creativo, o de cómo hacer cosas bonitas y útiles reciclando o reutilizando materiales de desecho.
Antes de seguir voy a dejar clara una cosa: yo no soy lo que se dice «una manitas». Además, nunca he pensado que esto de hacer reciclaje creativo sea imprescindible para salvar el Planeta. Me explico: me parecen curiosas las múltiples ideas que se les ocurren a algunas personas, y también muy loable que un artista quiera agitar conciencias usando material de desecho para alguna de sus obras, pero ¿qué hacemos los que somos sólo simples mortales? ¿Qué sentido tiene utilizar cartones y grapas y pegamentos y papeles de colores para hacer algo que al final no vas a usar?
En esos pensamientos estaba yo, porque llevo en ellos toda la vida, cuando llegó a mis ojos este artículo de Isabel Vicente, de La Hipótesis Gaia: ¿Qué es upcycling? Esta palabra inglesa viene a poner nombre al hecho de convertir algo inservible en un objeto de valor.
Este artículo me gustó mucho porque dio una vuelta de tuerca a lo que yo consideraba reciclaje creativo. En este texto aprendí que estaba muy bien que alguien hiciera una lámpara con cucharillas de plástico, pero que había otras muchas cosas por hacer que iban más allá del trabajo artístico o las manualidades. Había maneras de convertir algo que acabaría en la basura en otra cosa mucho mejor, algo que fuera útil, que sirviera para algo. La palabra clave nos la daba Isabel en la definición: que se convirtiera en un objeto de valor.
En esta entrada te presento una serie de enlaces que proponen manualidades sencillas para dar una nueva vida algo que vas a tirar, pero darles una nueva vida de verdad, que no les convierta en un mero adorno o en algo anecdótico que hiciste un día para divertirte.
Son cosas que me planteo hacer, que no me parecen descabelladas ni estrambóticas y que podríamos hacer todos, porque no hace falta ser un manitas.
Y, sobre todo, son «hazlo tú mismo» que pueden evitar que algún material interesante acabe en la basura, que pueden hacer que ahorres algunos gramos de plástico al Planeta o evitarte que compres alguna cosa que no necesitas o es muy cara para tu bolsillo.
Como ves, soy práctica y pragmática hasta en lo creativo. Pero así soy yo…
¡Vamos con esas ideas!

#1. ¡No tires esas camisetas que ya no te pones!
Convierte camisetas viejas en bolsas de asa en un par de pasos. Serán muy útiles para la compra, para llevar en el coche, o incluso para llevar una doblada en el bolso. El tutorial es del blog Esturirafi.
#2 ¡Tampoco tires esos vaqueros viejos!
Antes de hacerlos trapos definitivamente tienes dos opciones para aprovechar esa tela (ambas son ideas de Isabel, de La Hipótesis Gaia).
Puedes hacer un delantal con ellos. Además de ser una idea original es útil para dar un buen uso a esa tela.
O puedes usar sólo los bolsillos y hacer unos banderines. ¿No te parece que las decoraciones de fiesta son un poco caras? Pues con esta idea puedes preparar una decoración bien bonita, barata y sencilla, con la ventaja de que no es de papel y puedes usarla una y otra vez. (Incluso puedes ir guardando bolsillos para hacer más banderines en el futuro).

#3 Me encantan las velas…
Ahora mismo, que no aún no tengo mi casa propia, son de esas cosas que sí que puedo añadir a la decoración de mi habitación. Pero nunca he podido o querido gastarme el dineral que cuesta una vela de las que venden en algunas tiendas, así que se me van ocurriendo ideas para hacer portavelas sin dejarme medio sueldo.
Una de ellas es hacerlas con tarros de conservas, adornando con cuerdas, o con rellenos de arena, o sal… (esta idea es de mi cosecha y no tiene tutorial ni foto).
La otra es de Ade, del blog About the nice things, que preparó estos originales portavelas con washi tape y unos tarros de yogur. A mí me han encantado porque sería capaz de hacer algo parecido.
#4 … y los jardines
El jardín es otro de los lugares en los que podemos utilizar material de desecho y decorar a nuestro gusto. También se da el caso de que invertir en macetas y tiestos a veces es costoso, así que aquí van dos ideas para usar esos envases que salen de la cocina y podemos convertir en macetas.
Transforma latas de conservas en macetas con flores y decora a tu gusto el jardín o la terraza (el tutorial es de Stuff Steph Does), o cuelga trozos de botellas para hacer tiestos colgantes (de Hello Natural). En cualquiera de los casos puedes haber encontrado la forma perfecta para hacer sitio a esas plantas pequeñas que a veces sólo necesitan un poco de tierra y de sol.
#5 Haz bisutería de la nada…
… bueno, no de la nada, sino de aquellas piezas metálicas que parece que ya no sirven para mucho.
Isabel, de La Hipótesis Gaia, además de delantales y banderines hace colgantes y pulseras con cadenas de bicicletas. ¿Y qué pasa si yo no tengo a mano una cadena de bicicleta? Es una buena pregunta. En ese caso estos dos artículos pueden servirte de inspiración para que, el día que encuentres alguna pieza parecida y te guste su forma, puedas darle salida.
Cuéntame:
¿Cómo te llevas con el reciclaje creativo?
¿Has hecho últimamente algo que quieras compartir con nosotros?
¡Todas las ideas que tengas para dar nueva vida a lo que piensas tirar son bienvenidas!
Hola Irene,
totalmente de acuerdo contigo, si el reciclaje no sirve para crear un objeto de valor no estamos haciendo más que transformar unos residuos en otros.
Lo primero que pienso antes de transformar algo es si de verdad le voy a dar uso o no, también me gusta tener en cuenta lo que voy a usar para transformarlo ya que de poco sirve reutilizar si te tienes que comprar mil herramientas que luego no tendrán utilidad.
Un beso!
¡Gracias Isabel! Me parece muy importante esa puntualización que haces. Si tienes que invertir más de lo que vas a obtener no es supra-reciclaje…
(Gracias por abrirme la mente con tu artículo).
Un abrazo,
Los vaqueros sí que los he aprovechado en más de una ocasión. Aunque lo del delantal no se me hubiera ocurrido. Mis vaqueros rotos casi siempre acaban transformados en bolsos. Lo que tampoco se me había ocurrido es lo de las camisetas. Me parece que voy a probar!
Besotes!!!
¡¡Genial Margari!! Yo también estoy en marcha para quitar del armario esas camisetas que siempre me dejo «para estar en casa». Al final no me las pongo porque están viejas, pero tengo el armario lleno. Y qué bien vendrán esas bolsas en el coche… 😀
Si te animas con ellas y nos lo quieres contar será estupendo.
Un abrazo,
Genial post!! He tomado nota de algún proyecto, muy buena recopilación! Gracias por contar con nosotras 🙂
Gracias a vosotras por ser unas maestras del «hazlo tú mismo» 😀
Me alegro si has encontrado algo que te ha gustado entre los enlaces.
Un abrazo,
Hola! me ha encantado tu artículo, creo que es importante fomentar este comportamiento entre la gente!
En mi caso personal, como siempre me ha gustado coser, ahora estoy reutilizando pantalones y camisetas, o cualquier tela vieja que ya no uso, no voy a usar o están estropeados para hacer bolsos o bolsas de tela (si están muy estropeados, jeje) y en estos momentos ya llevo unos cinco!! jajaja me gusta personalizarlos y a algunos de ellos les he puesto un mensaje personalizado. También he comenzado a reciclar bisutería estropeada por materiales de mala calidad, pintándolos con quitaesmaltes de colores! jajaja
Todos los materiales los tengo en casa, tanto las telas, como las pinturas, hilos y lanas, ya que si hay que invertir se pierde el manseje de base que es la reutilización, el supra-reciclaje.
Lo cierto es que me divierte mucho, pues me permite expresar mi creatividad, y sinceramente me llena mucho saber que estoy reciclando y colaborando de algún modo con la salud del planeta!!
Un fuerte abrazo!
Hola Lucía, bienvenida a Recolectora y gracias por dejar tu comentario.
Me alegra saber que eres capaz de convertir en bolsos y bolsas esas telas que de otra forma acabarían en la basura. Así, cuando de verdad tengas que tirarlas, habrán dado de sí todo lo que podían.
Un abrazo, y mucho ánimo para seguir con ese supra-reciclaje contra viento y marea.