Descansa, es muy importante

Hace unas semanas quise escribir una entrada sobre el descanso, pero como la vida es caprichosa esa misma semana no me dio tiempo ni a respirar, y acabé publicando otra en la que hablaba del perdón. Más bien decía que me perdonaba a mí misma por no haber escrito la entrada que quería escribir

Aprender a perdonarme ha sido una de las grandes lecciones que me dejó el año 2014. Me vino bien darme cuenta de que no tenía por qué hacer todas las cosas del mundo, y mucho menos aún hacerlas perfectas. Pero muchas veces perdonarme no es suficiente, no basta con decir «está bien si no hago esto, o lo otro», porque lo que me pide el cuerpo es parar. A veces lo pide a gritos.

A mí suele gritarme…

  • cuando se acerca el viernes: no sé bien por qué llego exhausta al jueves, y aún queda un día de trabajo.
  • casi siempre al final de los trimestres, es como si mi cuerpo reconociera el fin del ciclo, como una herencia de mi época escolar, y el pobre se queja, agotado de dar tumbos por ahí…
  • … y, sobre todo, cuando me paso de la raya con todo lo que hago fuera del trabajo, porque trabajar a jornada completa y tener la mochila llena de actividades extra para cuando acabas a veces es pedir demasiado.

Estamos inmersos en la cultura del ajetreo continuo. Solemos caminar por la vida en modo hacer en lugar de modo ser o modo vivir.

Parece que descansar es sinónimo de vaguear, de no hacer nada (sobre todo de no hacer nada productivo) y eso está muy mal visto.  De hecho, podemos llegar a sentirnos mal si estamos descansando en lugar de seguir inmersos en el ritmo frenético de nuestra vida.

¿Y si aprendiéramos a descansar igual que aprendemos a llenar la agenda de notas y de citas?

¿Por qué está muy bien visto que sepamos gestionar una bandeja de correo electrónico y no que sepamos parar cuando lo necesitamos?

Descansar es muy importante. Es casi tan importante como saber estar en pie cuando toca volver a la rutina.

Descansar es:

  • respirar profundamente, hasta que el aire llene todo tu cuerpo;
  • es ser tú, y ser consciente de que lo estás siendo;
  • es estar donde quieres estar, y con quienes quieres estar, y estar presente;
  • es dormir, ¡claro que sí!
  • es oler también, porque cuando no tenemos mil obligaciones en la cabeza agudizamos los sentidos;
  • es comer tranquilo y saborear alimentos nuevos, comidas que no habías probado, o que comes cada día pero que no te da tiempo a disfrutar;
  • es cargar pilas y sentirte a cada minuto un poquito mejor de lo que estabas al principio;
  • es sentarse a mirar y conseguir ver algo;
  • es hablar con profundidad de algo que no sea el tiempo mientras el ascensor sube a tu planta;
  • es leer sin remordimiento y con ganas, y sobre todo con los ojos abiertos;
  • es pensar en lo divino y en lo humano;
  • o no pensar en nada, que para eso estás descansando…
  • y es hacer todo esto y mucho más de forma consciente.

Así que cuando lo necesites, descansa, por favor.

14 comentarios

  1. No sabes que bien me viene esta entrada en estos momentos, estoy en «modo replanteo» para ganar calidad de vida. Vivir sólo en la acción, también es hacerlo en piloto automático. Muchas de nuestras presiones, nos las imponemos nosotras mismas… ¿verdad?
    Un abrazo, Irene

    1. Completamente de acuerdo, Matilda. Hay que saber parar y volver a encontrar el norte. Aunque sea por unos días… (aunque si es un cambio de vida, mucho mejor).
      Un abrazo,

  2. Hola Irene,
    y yo me pregunto si a alguien más le pasa eso de pensar «cuando tenga un rato de descanso voy a …» es como tu dices, si hubiese una necesidad de ser productiva a todas horas.

    Por otra parte, para mi el descanso es, basicamente, dormir hasta cuando quiera, y luego ocupar el día en actividades que me gustan, pero que son muy productivas, como por ejemplo, leer.

    Un saludo!

    1. Hola Isabel. Muchas gracias por comentar.
      Yo estoy empezando a pensar que la improductividad del descanso de hoy será la productividad de mañana, y está científicamente comprobado…
      ¡Hay que tomarse respiros! Luego haremos las cosas mejor.
      Un abrazo,

  3. Muchas gracias por este post!!! Me viene de perlas… será una señal 😉 Últimamente estoy un poco agobiada porque quiero hacer mil cosas y no paro, y el cuerpo me está diciendo que está cansado, sí, pero yo sigo y sigo… por eso de aprovechar el tiempo… Tengo que empezar a priorizar y quitar unas cuantas cosas de mi imterminable lista… Gracias y feliz día guapa!!!

    1. Muchas gracias a ti, Ester, por compartir tu experiencia con esta tribu.
      Yo pasé por eso hace justo un año. Me hizo falta hacer crack, literalmente, para darme cuenta de lo importante que era plantearme una serie de prioridades. Desde entonces hago cosas que al principio no entendían en casa, como pasar de la serie de la noche e irme directa a la cama. Necesitaba que mi cuerpo estuviera en horizontal para descansar del día. Y lo sigo haciendo, incluso en fin de semana. Lo necesitaba entonces, lo necesito ahora, y me ha cambiado la vida. Ha sido un pequeño cambio, pero me ha ayudado a vero todo más claro.
      Con todo este comentario quiero decirte que si necesitas parar a ordenar prioridades, a respirar, a dejar de aprovechar el tiempo… ¡aquí tienes mi apoyo y el de toda esta tribu, estoy segura!
      Para lo que necesites, ya sabes…
      Un abrazo,

  4. desde mi cambio de alimentación no me canso, ni de mente, ni de cuerpo :-))
    y lo que más me gusta es hacer muchas cosas despues del trabajo, antes, durante…
    también creo que me ayuda ser una persona muy constante,como ejemplo mi blog en nada cumple 5 años y cada día de estos años sale 1 receta publicada este donde este del globo jjjj
    Curioso número de recetas hoy hace 1818 días que tengo el blog y he publicado 1818 recetas.
    Igual este consejo es bueno toma té sin teina ;-))
    Un saludito

    1. Enhorabuena por esos logros, Bocado de la Huerta. Eso dice mucho de tu capacidad de esfuerzo. Estoy de acuerdo contigo en que el cambio de alimentación hace mucho contra el cansancio. Sobre la teína… me cuesta un poco renunciar a ella, o a la cafeína, alguna taza de café a la semana sí que cae (estoy reduciendo, lo prometo), jajaja.
      Un abrazo,

  5. ¡Por supuesto que el descanso es muy importante! Sin duda, es una de las actividades imprescindibles para cuidar la salud. Para ello, nosotros recomendamos las plantas medicinales, que ofrecen un resultado natural y eficaz. Infusiones, cosméticos, suplementos… ¡Los límites los pone uno mismo!

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *