4 ideas para una vida sostenible y consciente

4 ideas para una vida sostenible y consciente

Últimamente me he dado cuenta de que, aunque quiera llevar una vida más sostenible, son muchas las cosas de las que hay que estar pendiente al cabo del día para actuar como quiero. Me refiero a que esta vida se compone de muchos factores que hay que tener controlados para no generar más basura de la cuenta o para reducir nuestra huella de carbono.

Todo lo que hacemos cada día tiene un impacto, y por eso todo es susceptible de ser modificado para que ese impacto sea menor. Lo que pasa es que muchas veces no es tan sencillo, ¿verdad?

Vivimos en una sociedad en la que lo primero es lo primero, y no me refiero a lo verde, sino a cada uno de nosotros y su circunstancia. Y nuestra circunstancia es que si queremos un café para llevar lo compraremos con un vaso de papel, de plástico o de corcho blanco, y nos lo llevaremos a donde necesitemos. No pretendo juzgar a nadie en este párrafo, porque yo también lo hecho, sólo quiero que seamos conscientes de lo que pasa.

Hace algún tiempo escribí sobre el esfuerzo de la vida sostenible, o de cómo nadar a contracorriente, porque eso es lo que hacemos cuando decidimos llevar una vida consciente y responsable. Ya te lo decía en ese artículo: tener las cosas claras y no tener vergüenza ninguna son piezas clave para caminar por la vida sostenible con tranquilidad.

Habrá quien te llame exagerada por no querer un café en un vaso desechable, por no comprar agua embotellada, por leer cuidadosamente las etiquetas de lo que compras, por no querer comprar la enésima camiseta que no necesitas… Total, una botella de plástico más o menos, o una camiseta más o menos, ¿qué cambio va a hacer en el mundo?

Esa botella, esa camiseta, pueden ser TODO el cambio para el mundo. Lo que pasa es que no somos conscientes de ello.

¿Porqué no somos conscientes de lo que importa lo que hacemos?

Por supuesto que sabemos que uniendo esfuerzos para cualquier cosa podemos lograr mejores resultados. Nos lo han enseñado en el colegio con los trabajos en grupo, lo hemos aprendido en la calle jugando e incluso puede que, leyendo sobre economía, te hayas encontrado de repente con la palabra sinergia, que viene a decir que uno más uno son más de dos.

En resumen: sabemos perfectamente que lo que hagamos con los otros, por pequeño que sea, puede multiplicarse. Entonces, ¿porqué no hemos tomado conciencia de lo que nuestro comportamiento puede hacer al medio ambiente? ¿Porqué seguimos pensando que lo que hacemos no tiene importancia?

Creo que la respuesta es que hay muchas cosas que hacemos de forma inconsciente: las tenemos tan interiorizadas que no nos parecen mal. Una muestra de esto es el cartón que recubre los envases de yogures. Te lo cuento para que veas un ejemplo de algo sencillo. No nos parece extraño que muchas marcas de yogures decidan recubrir los vasitos con un cartón que no va a servir para nada, ni siquiera para proteger el producto que recubren, y que va a terminar en el contenedor de papel nada más llegar a casa (en el mejor de los casos posibles). Tenemos tan interiorizado que esos productos vienen envasados así que no se nos enciende la bombilla al comprarlos.  En cambio, hay marcas que no llevan ese cartón extra, sino que venden los yogures sin más y no les pasa nada a sus productos. ¿Ves por donde voy?

No somos conscientes de mucho de lo que hacemos porque mucho de lo que hacemos lo hacemos de forma inconsciente. 

Ideas para una vida sostenible y consciente

Para curar este exceso de inconsciencia no hay nada mejor que poner atención a lo que hacemos y a lo que consumimos. Pero no hagamos todo de golpe: es mejor ir poco a poco con los cambios para que no se nos hagan cuesta arriba. Te comento algunas ideas que a lo mejor te gustan.

1 – Elije los cambios de uno en uno

De todo lo que hay por hacer, elije algo que quieras mejorar y ponte manos a la obra, de esta forma podrás focalizarte más y los cambios serán más duraderos. También evitarás la frustración del que quiere hacer mil cosas y no abarca por que es más sencillo poner tus cinco sentidos en una o dos cosas que en todo lo que se te ocurra. Por ejemplo, si quieres reducir tu consumo de papel en casa emprende esa batalla con tu familia, y cuando lo tengas dominado sigue por otra de las cosas que te preocupen.

2 – Lee e infórmate todo lo que puedas sobre aquello que te interesa

Si te preocupa la forma en que se fabrica la ropa que llevas aprende sobre eso; si quieres saber más sobre alimentos transgénicos investiga en qué consisten. Sobre todo, ten tus propias opiniones sobre los temas más insostenibles del Planeta, o conoce las distintas opiniones que hay.

3 – Compra consciente… 

… y no dejes que te traten como si solo fueras un consumidor. Es increíble el hecho de que la mayoría de lo que está en nuestra mano depende de nuestras decisiones de consumo. Por eso es muy importante hacer compras conscientes, aunque nos lleven un poco más de tiempo que las que hacíamos antes.

4 – No subestimes lo que puedes hacer tú por el Planeta.

La vida sostenible es la vida que piensa en el impacto de lo que hace, pero no sólo en el negativo: también hay mucho impacto bueno que estamos minimizando y subestimando sólo porque no nos parece suficiente. De acuerdo, no es suficiente para hacer que paren de derretirse los polos, pero el mundo sería peor si no lo hubieras hecho.

Para terminar te dejo una cita de Félix Rodríguez de la Fuente: es una de las primeras citas «verdes» que descubrí al inicio de este viaje y que apunté en mi cuaderno. Puedes leerla cuando te haga falta una motivación extra porque, al fin y al cabo todo está en nuestra mano y somos nosotros los que tenemos el poder de cambiar las cosas y la responsabilidad de hacerlo.

Debe ser el usuario, el individuo, quien se niegue a utilizar materiales no biodegradables, quien se niegue a ensuciar, a destruir el ambiente que le sostiene y le nutre, agresión muchas veces inconsciente pero que tiene, no obstante, los matices trágicos de la criatura que agrede a su madre.

Félix Rodríguez de la Fuente

Cuéntame:

¿Qué cambios vas a introducir en tu vida sostenible esta misma semana?

¿Hay algo que hayas cambiado ya y que haya supuesto un antes y un después?

¿Te has planteado la cantidad de cosas que tenemos que cambiar para llevar una vida sostenible?

¿Cómo haces para llevar adelante esos cambios?

7 comentarios

  1. Uys, pues mira que a las botellas de agua siempre ando quitándole el papelito para reciclar bien, pero con el yogur no había caído… Lo haré a partir de ahora. La verdad que lo que más hago ahora mismo es reciclar, para que voy a decirte otra cosa. Y estoy consiguiendo que toda la familia se implique bien en esto del reciclaje.
    Besotes!!!

    1. ¡Hola Margari! Acabas de darme una idea, porque aunque consumo muy pocas botellas de plástico siempre se me cruza alguna, y no le quitaba el papel. ¿Ves a lo que me refiero?
      Respecto al reciclaje, no es poco lo que haces per se, pero es que además si estás involucrando a toda la familia es una inversión que no podría ser mejor. ¡Mucho ánimo con esa bonita tarea!
      Un abrazo,

  2. Hola Irene,
    siempre he pensado que la mejor manera de votar es consumiendo de forma consciente y negándonos a comprar todo aquello que ni siquiera necesitamos y que encima nos hace mal.
    En mi caso, me lo pienso muy mucho antes de comprar algo. Minimizo el plastico al máximo, suelo llevar mis recipientes y bolsas de tela a la tienda, compro muy poca ropa y si lo hago es ecológica o artesanal. Intento comprar local siempre que puedo, y directamente del agricultor cuando tengo tiempo; prefiero estar en casa con un buen jersey que con la calefacción a tope.
    En fin, pequeños pasitos pero de muchas gotas está hecho el mar, no?
    Te agradezco tus propuestas y te mando un abrazo
    Kiki

    1. ¡Hola Kiki! Tú ya tienes una gran parte del camino hecho y se ve que has pensando y requetepensado todo. Ese es el nivel de consumo consciente que quiero y que busco. Por eso me ha inspirado tu comentario.
      Gracias por dejarme tu opinión aquí.
      Un abrazo,

  3. Nosotros estamos en camino (afortunadamente, mi pareja me apoya en este tipo de decisiones. Con los niños es más difícil…). Estamos intentando reducir nuestro consumo de plástico al máximo. Nunca compramos agua embotellada e incluso me he hecho con una jarrita de acero para pedir mi café para llevar. Intentamos comprar a granel casi todo y hay cosas que hacemos en casa (como es el caso de la leche vegetal), pero aún así, siempre se cuela algo de plástico… Como dices en tu post, hay veces que parece que nunca vamos a conseguirlo, pero nos consuela pensar todo lo que ya hemos conseguido.
    Gracias por tus posts y tus ideas. Nos ayudan a seguir enfocados 🙂

    1. Hola Nieves, muchas gracias por dejar tu comentario aquí.
      El tema que comentas de pasada, el de que con los niños es más difícil, me tiene en vilo últimamente. Tengo algunas amigas que ya son mamás y me comentan lo mismo. Entiendo que no es fácil explicarle algo a un niño, sobre todo cuando la manada va por otro camino. Te mando mucho ánimo desde aquí para este camino, aunque si cuentas con tu pareja todo será más sencillo.
      Ya he añadido tu blog a mi feed para no perderme tus actualizaciones. Me he dado una vuelta rápida y me ha gustado mucho lo que he visto.
      Un abrazo muy grande 🙂

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