Retos, cambios y asuntos pendientes de mi vida sostenible

Retos, cambios y asuntos pendientes en mi vida sostenible
Retos, cambios y asuntos pendientes en mi vida sostenible
Imagen

La semana pasada, en la última entrada de 2016, te contaba todo aquello que había sido lo mejor de mi año, en cuanto al blog y en cuanto mi vida sostenible.

Esas tres cosas afectaron a mi vida de forma positiva el año pasado, y hoy voy a completar la lista con los cambios y retos que me ha supuesto 2016, y también con todo aquello que se me quedó en el tintero, que no pudo ser. 

Comparto contigo mis retos, dificultades y asuntos pendientes por que quiero que veas esto:

  • que a veces no es necesario volver a la vida «de antes» porque es más cómoda, sólo hay que buscar la forma de hacerlo «a la manera sostenible» (o sea, como nos gusta).
  • que aunque hayas encontrado eso que te gusta y que te ayuda en tu vida sostenible, puede que un día cambies de idea, que ya no se adapte a ti, que ya no te sirva o que prefieras otra cosa. Y eso no está mal…
  • que la vida sostenible es un camino, que los planes que hoy no puedes hacer puedes ponerlos en marcha mañana, y estará bien, porque mejor eso que nunca.

Y sin más, te voy a contar las experiencias de las que he sacado estos tres puntos de arriba.

#1 – 2016 me trajo un desafío

Así puesto parece que fue algo enorme, pero en realidad no tanto. Lo que pasa es que estoy empezando a concienciarme de que las cosas que hago tienen su importancia, y no creas que eso es sencillo. Verás como, cuando te cuente lo que es, piensas que perfectamente yo podría haber hecho igual que siempre para no complicarme la vida.

El desafío sostenible de 2016 fue llevarme de viaje un neceser con poco plástico, o con el menor plástico posible, y mantener mi rutina de cuidados sencillos incluso llevando como equipaje una maleta de mano. Porque cuando una está en casa se cuida como quiere, pero cuando lo tiene que llevar a cuestas… eso ya es otra cosa.

Todo fue porque tuve que viajar a Grecia a la boda de una de mis mejores amigas, con tan mala suerte de que compré los billetes muy malamente, así que al final mi chico y yo nos fuimos de boda con una maleta de mano cada uno, ¡y nos cupo todo, traje y zapatos y tacones!

El neceser fue todo un reto porque quería viajar con los productos con los que ya me siento cómoda y que me gustan, pero nunca había probado a llevar aceites en un avión, por ejemplo.

Al final me llevé mis productos salvavidas:

  • pastilla de jabón, muy útil también para lavar ropa si te hace falta (dos en uno)
  • champú y acondicionador sólidos, que además de ser los que uso en casa son ideales para viajar con maleta de mano, por la restricción de los líquidos en cabina;
  • botes de cristal pequeños con cuentagotas, que compré en The Cosmethics, para los aceites que quería llevarme. No nos pusieron pegas en el control de equipajes por el hecho de que fueran de cristal, y en verdad no he visto por ningún lado en las normas de las aerolíneas que esté prohibido llevar estos botes. Así que siempre que cumplan con la capacidad máxima para no facturar equipaje creo que puedes llevarlos.

Con estos productos es básicamente con lo que me apaño día a día, aunque luego maquille un poco los ojos, y aunque me tuve que ir cargada con mi crema solar de protección altísima por mi alergia al sol.

Así que sí, fue todo un reto, pero se puede viajar con equipaje de mano y llevar tus productos sin plástico, sin líos y sin problemas y sin recurrir a las muestras de productos que no te gustan y que ya no usas… y si me apuras es casi más fácil, porque acabas llevando menos cosas.

#2 – 2016 también me trajo un cambio

La entrada más visitada de todos los tiempos en mi blog es la que se titula Mineral de Alumbre: Mi experiencia con este desodorante. De todos los tiempos, de todas las épocas y en casi cualquier circunstancia.

He utilizado mineral de alumbre durante los últimos 3 años o más, porque si te soy sincera no me acuerdo, la piedra me duró tanto que no puedo decirte con exactitud si fue un año más o uno menos. La cuestión es que hace poco relativamente, quizá un mes o dos, cuando a mi piedra le quedaba bien poquito para terminarse, decidí no comprar una nueva y probar otras opciones de desodorantes.

Todo vino porque mi querida amiga bloguera Yve, La Ecocosmopolita, compartió con la gente del colectivo un artículo en el que se decía que por primera vez se había demostrado que había relación entre las sales de aluminio y el cáncer de mama, cosa que antes no podía demostrarse.

En mi artículo dejo bien claro que el mineral de alumbre es aluminio, como indica su propio nombre, por lo que no sirve para cambiar de desodorante si lo que quieres es eliminar ese componente de tu rutina de cuidados. Sirve para otras muchas cosas, pero para eso no.

Sin alarmismos, porque no tengo datos suficientes para decir nada en contra o a favor, cambié de desodorante hace algunas semanas, no tanto por miedo sino preguntándome: si es posible hacerlo de otra manera, ¿por qué no? ¡Vamos a probar!

Preparé la famosa mezcla de Lauren Singer (Trash is for tossers), que tiene publicada incluso en Youtube. Y estoy contenta. Cuando tenga más datos, más experiencia y más cosas que contarte sobre esto escribiré un artículo completo para compartirlo contigo.

#3 – 2016 me dejó unos asuntos pendientes… 

En 2016 me han quedado algunos flecos sueltos, cosas que quería haber hecho, que me planteé y que pensaba hacer este año, porque ya era hora y porque suponía que podría hacerlos. Pero al final se me han quedado en el tintero y los dejo pendientes para el nuevo año, para poner en marcha lo antes que pueda.

Uno de estos flecos es poner un huerto, o tener alguna maceta comestible (la verdad, no voy a ponerme quisquillosa a estas alturas, si tiene que ser sólo una maceta, que sea). Pensaba que a estas alturas ya podría tener mi propio espacio para cultivar alguna cosilla, pero no ha sido posible; y tampoco puedo cultivar nada en las casas a las que voy de vacaciones porque no podría cuidarlo bien, así que lo dejo como asunto pendiente.

Otro de mis dolores de este 2016 es no haber leído más libros sobre medio ambiente y sostenibilidad. He leído informes sobre temas que me han interesado, o publicaciones sueltas, pero no he profundizado en libros que quiero leer para seguir aprendiendo. La novela es mi gran pasión cuando hablo de lecturas, y como en general las labores del día me dejan cansada lo que suele apetecerme es un rato de esparcimiento y diversión, es decir, novela, novela, novela. ¡Otro asunto pendiente para 2017!

El tercer y último fleco que se me ha quedado suelto este año ha sido hacer el cambio a ciertos productos de higiene femenina que quiero probar, por mi salud y por la del medio ambiente. Son asuntos que yo me pienso mucho (la verdad es que pienso mucho casi todo) así que se me ha pasado un año más sin haber hecho esos cambios en mi consumo. ¡Nunca es tarde si la dicha es buena!


Así que tengo planes para el nuevo año desde que comienza…

Tengo muchas ganas de ponerlos en marcha y de seguir mejorando mi vida sostenible, mi consumo, mi relación con la tierra y el medio ambiente… Porque eso sí que es cierto: nunca paramos de aprender.

¡Cuéntame!

¿Qué desafío sostenible viviste en 2016?

¿Qué cambio fue el más grande, ese que no pensaste que harías?

¿Qué planes sostenibles se quedaron pendientes en tu año 2016? ¿ Y cómo vas a ponerlos en marcha en el nuevo año?

7 comentarios

    1. ¡Hola Judit!
      Para hacer el desodorante de Lauren Singer necesitas:
      2 cucharadas de polvo de arruruz (que es un tipo de almidón, aunque puedes cambiarlo por almidón de maíz)
      1 cucharada de bicarbonato
      1 cucharada de aceite de coco
      1 cucharada de manteca de karité
      + unas gotas del aceite esencial que prefieras
      ¡Es sencillo de hacer! Espero haberte ayudado.
      ¡Un abrazo!

  1. Hola Irene,

    Yo también estoy usando el mineral de piedra de alumbre y, la verdad, me apetece cambiarlo por otro porque echo de menos que el desodorante huela a algo. A ver cuando escribas el post sobre el desodorante que hace Lauren, qué tal la experiencia, pero creo recordar que era inodoro.

    Y deberías probar lo de la maceta. Yo tengo una de rúcula y es una sensación super agradable cuando comes algo que has plantado y cuidado tú y que sabes que no lleva ningún tipo de químico 🙂

    1. ¡Hola Nieves! Muchas gracias por pararte a comentar.
      En el desodorante de Lauren Singer puedes poner el aceite esencial que prefieras. Yo le puse árbol de té, que además es antibacteriano, pero puedes poner lavanda, o menta… por eso no hay problema.
      Y sobre la maceta… 🙂 tomo nota, tengo muchas ganas.
      Un abrazo,

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *