El buen tiempo lleva con nosotros unas semanas y en estas fechas se multiplican las posibilidades de salir al campo y disfrutar de una comida diferente. Es más, puede que seas de los que van al campo todo el año, porque el frío no importa con tal de disfrutar de algo de color verde.
A mí me gusta salir de vez en cuando. No puedo hacerlo más porque vivo en la ciudad, pero algún fin de semana que otro sí hago un pic-nic sencillo en el campo, siempre que la alergia me lo permita (soy muy, muy alérgica, es terrible).
Pero en estas salidas siempre encuentro objetos nada verdes en el suelo, en los ríos o en los árboles. No es nada raro ver botellas de plástico tiradas por todas partes, latas de refresco ya oxidadas, bolsas de aperitivos, tapones sueltos… Es increíble la cantidad de basura que se ve en las zonas más verdes.
De sobra es conocida la capacidad de ensuciar y destruir que tiene el ser humano. Pero creo que se puede neutralizar a través del ejemplo y de la educación de todos, los grandes y los más pequeños.
Si sales con frecuencia, o si pretendes salir más esta temporada, debes tener en cuenta que es muy importante dejar todo como estaba antes de que llegaras. Para eso he escrito esta entrada con cuatro ideas para que, cuando salgas a comer al campo, vuelvas a casa con la conciencia tranquila dejando el entorno limpio.
Lleva una bolsa para echar los residuos
En tu cesta de la comida no puede faltar una bolsa para ir guardando allí todos los residuos que generes. Si llevas dos y los separas entre envases y residuos orgánicos ¡mucho mejor!
Si sales a sitios preparados para hacer pic-nics o comidas de campo encontrarás papeleras, pero si vas a un lugar más apartado o tranquilo que no suela ser lugar de encuentro de gente puede que no las haya, y estas bolsas te vendrán muy bien.
Es más sencillo recoger luego si los has colocado en sus correspondientes bolsas a medida que iban surgiendo. Así queda todo limpio y no hay posibilidad de que se vuele algo con el aire.
No uses platos y vasos desechables
Usar platos y vasos de plástico o papel es cómodo para la vida que llevamos. Los usas y los tiras, simple y sencillo. Pero sabes que no son lo mejor para el medio ambiente. Consumen recursos que no hay necesidad de consumir y si además no has llevado la bolsa de que la que te hablaba arriba multiplicas las posibilidades que llenar de basura un lugar verde.
Para evitar usarlos hay varias opciones:
- Lleva unos de plástico duro, reutilizables una y otra vez. De acuerdo, el plástico no es tan estupendo como el cristal, pero a veces llevar cristal no es práctico cuando vamos de comida campestre. Si son de plástico duro no se rompen y evitas posibles accidentes.
- Pero si vas sin niños, o no tienes que cargar con la bolsa de la comida mucho tiempo, puedes llevar las tarteras y recipientes de cristal que tanto nos gustan, y como vasos puedes usar tarros. Como es un material más frágil habrá que tener cuidado, pero no es imposible hacerlo.
- Usa un termo para las bebidas calientes. Siempre llevan al menos un vaso a modo de tapón.
- Para bebidas frías, el mercado está lleno de botellas de aluminio, o reutilizables como las que se usan para hacer deporte.
Aunque el residuo sea biodegradable, no lo dejes tirado
A veces nos surge la tentación de dejar ahí el corazón de una manzana, la piel de un plátano o las cáscaras de unas pipas, por ejemplo. Por que como son biodegradables… Lo cierto es que lo son, y se descompondrán con el paso del tiempo, pero hasta que eso suceda pasarán semanas en las que permanecerán afeando el paisaje.
Yo soy más partidaria de tirar todo eso en la bolsa que llevamos en nuestra cesta de la comida, y una vez en casa, tirarlo al contenedor de residuos orgánicos o compostarlo.
Da ejemplo a los más pequeños
Los niños hacen lo que hacen sus mayores más cercanos. Aprenden tan deprisa que a veces me sorprendo. Y una de las cosas que creo que deberían aprender es a cuidar el paisaje y a ser respetuosos con él.
A los niños no les sale del alma tirar la bolsa del aperitivo en el suelo. Si lo hacen es porque lo han visto, por que les da lo mismo tirarla al suelo que a otro lugar.
Por eso es tan importante respetar la Naturaleza delante de ellos y no hacerlo por obligación, sino de corazón; así verán que todo lo que hacemos tiene un sentido, que recoger lo que hemos ensuciado no es «un rollo», sino algo que simplemente hay que hacer, e irán aprendiendo con nuestro ejemplo.
Cuéntame:
¿Qué haces tú para disfrutar de comidas en el campo y dejarlo todo como estaba?
Si tienes niños, ¿cuál es tu experiencia con ellos?
Y recuerda: si crees que este artículo puede ayudar a alguien, ¡compártelo!
Para los que tienen niños, recomiendo el primer cuento que me leí: «El árbol sabio» de la editorial Everest. Aún me acuerdo! 🙂
¡Hola, Ana! No conocía estos libros, pero los he buscado y parecen de lo más interesante para los niños. ¡Gracias por la recomendación!
Un abrazo,
Los niños aprenden de nosotros, así que sí, hay que hacerlo bien para que aprendan y se acostumbren bien. Y cuidar de la naturaleza para que puedan seguir disfrutándola durante mucho tiempo.
Besotes!!!
Esa es la esencia, Margari. Conservar y mantener. Y sobre todo, no degradar.
Los niños son como esponjas… qué te voy a contar que no sepas.
Un abrazo muy grande.