Una de las razones por las que he acabado escribiendo este blog y creando esta web ha sido que, cierto día, comencé a interesarme mucho más de lo normal por lo que cabía en cada uno de los contenedores de basura: qué iba dónde, y qué se podía y debía reciclar.
Gracias a eso estoy hoy aquí, y gracias a eso sé que el reciclaje no es lo único, ni mucho menos, en este camino. Pero esto último lo he aprendido con el tiempo.
Desde que escribo y leo sobre medio ambiente con más asiduidad he ido cayendo del guindo en más de una ocasión. Es lo que tiene informarse sobre lo que te rodea y aprender un poco más de todo lo que tiene que ver con tu vida: las decepciones a veces son numerosas.
Una de mis más recientes caídas de ese guindo imaginario al que estamos subidos ha sido el tema del reciclaje.
No me malinterpretes, no es mi intención alarmarte ni que ahora pienses que reciclar no sirve de nada. He escrito mucho sobre reciclaje y las varias R que existen y pienso seguir reciclando y animándote a que lo hagas, pero quisiera que consideraras esto que te digo.
No todo lo que mandamos al contenedor de envases es reciclable ni va a acabar reciclado.
Una parte sí, claro está, pero no todo, ni todo es tan sencillo de reciclar como lo pintan.
Mira, yo en este tema soy una aprendiz como tú, por eso voy a recomendarte que leas el artículo de Vivir sin plástico: El plástico se puede reciclar, ¿no? En este artículo vas a aprender que no es oro todo lo que reluce, ni es reciclable todo lo que llevas con ilusión al contenedor amarillo.
Hay muchos envases que colocamos en el contenedor amarillo y que no van a tener ningún tipo de nueva vida. Estoy pensando, por ejemplo, en el plástico transparente que recubre las torres de galletas, en las bolsas de aperitivos y de otras muchas comidas, en los envases de panes de molde y, sobre todo, en los tetrabriks (cuando leas el artículo de Vivir sin plástico verás que no son tan sencillos de reciclar, y a mí esto me ha dejado de piedra, porque se supone que el contenedor amarillo era para plásticos-latas-tetrabriks).
Entonces, ¿qué nos queda?
Es un poco desesperante y descorazonador: fabricamos muchos envases que serán residuos inservibles sin lugar a dudas.
Fíjate si me atormenta lo que te cuento que, por un momento, pensé que no publicaría esta entrada. Pensé que sería mejor contárselo sólo a mis suscriptores, decirlo algo más en privado, en petit comité, no fuera a ser que se malinterpretaran mis palabras o se tomaran a la tremenda.
Al final he decidido que era mucho mejor hablar de esto hoy, que es el Día Mundial del Reciclaje, porque a la pregunta de qué nos queda hay respuestas esperanzadoras que siempre merece la pena subrayar.
- Sí, hay plástico que se recicla. Puede que no sea todo, o que no sea tanto como nos gustaría, pero hay plástico que tiene una nueva vida.
- Esto de que no todo el plástico se recicla tiene una enseñanza muy importante: debemos esforzarnos por consumir la menor cantidad de envases posibles y no comprar aquellos productos que vienen con un extra de plástico alrededor. Para más inri, esos productos no suelen ser los más recomendables para tu salud, así que tienes un aliciente más para hacerlo.
- Ante estos datos, cuando tenga que comprar productos envasados intentaré que vengan en envases que se reciclar mejor y que no tienen detrás un proceso tan complejo como el plástico. Me estoy refiriendo al papel, que puede reciclarse hasta 7 veces, al vidrio, que es 100% reciclable y las latas (hasta que se demuestre lo contrario en éste último caso).
Razones para el optimismo
Después de leer el artículo que te he recomendado y de saber que no todo lo que quieres reciclar se recicla puede que te preguntes qué futuro le espera al reciclaje, o mejor aún, qué futuro nos espera a nosotros si no nos ponemos las pilas.
Yo también me lo pregunto a veces. Editando esta entrada para publicarla no he podido evitar acordarme del incendio del 13 de mayo de 2016 en el vertedero ilegal de neumáticos usados que había entre Toledo y Madrid. Si esa es una buena forma de gestionar los residuos me quedo sin palabras… ¿Y aún así voy a seguir con las razones para optimismo? Sí, definitivamente…
Yo soy de las que piensa que lo mejor está por llegar, porque si no cerraría el blog y apaga y vámonos. Creo que algún día caeremos todos del guindo: lo haremos poco a poco o todos a la vez, y espero que para entonces no sea tarde.
No tengo una opinión optimista porque sí, sino porque sé que se van moviendo ideas e iniciativas que pronto podrán llegar a nuestras vidas. Fíjate en estas razones para el optimismo.
Razón #1. Ya se está hablando de instalar el quinto contenedor en Madrid, la ciudad donde yo vivo, y sé que hay pruebas en otras ciudades de España. Sería un contenedor sólo para residuos orgánicos, de forma que se pudieran compostar de verdad. Hasta ahora el contenedor que llamamos de basura orgánica es un poco un cajón de sastre donde metemos todo lo que no cabe en ninguno de los anteriores, pero si este nuevo contenedor se llevara a cabo sería un gran paso para separar aún mejor el resto de residuos y poder darles una nueva vida de verdad a todos ellos (a los orgánicos y a los que no).
Y mientras llega o no llega ese contenedor, si tienes posibilidad de hacerlo en casa no dejes de compostar tus propios residuos orgánicos.
Razón #2. Parece en España empieza a calar la idea del retorno de envases. Yo, que viví un tiempo en Finlandia, he podido ver con mis propios ojos que es una herramienta estupenda para recuperar envases y reciclarlos, en lugar de considerarlos basura. Es cierto que para que eso llegue a nuestro país hay que mover muchos hilos y cambiar algunas cosillas, porque si me pongo en los ojos de cualquier empresario pienso: ¿para qué van a devolver al consumidor el dinero del envase si ahora reciclamos sin que nos devuelvan nada?
Pero hay que intentarlo, hay que buscar la forma de que se implante este sistema porque implica de forma muy directa a las empresas productoras de residuos y eso es estupendo.
Razón #3. Todas las ciudades que conozco cuentan con puntos limpios donde reciclar los materiales y los objetos más sensibles o más complicados de colocar en algún contenedor. Como te decía en mi artículo de hace unos meses, yo confío en que esto se recicla correctamente, lo cual no quiere decir que intente minimizar ese tipo de residuos y sea especialmente cuidadosa con objetos como pilas, bombillas o tóner de impresora.
El reciclaje es una herramienta muy poderosa si sabemos utilizarla bien y si no hacemos de ella el 100% de nuestra preocupación por el Planeta.
Desde RECOLECTORA siempre he dicho que la vida sostenible es mucho más que reciclar, y ese es precisamente el punto de partida del Boletín Exclusivo de cada mes. Si quieres inspiración extra y artículos que no se leen en el blog puedes comenzar a formar parte de esta comunidad hoy mismo.
¡Hola Ire!
Con respecto a lo que comentas de quinto contenedor hace poco me puse en contacto con el Ayuntamiento preguntando si había algún lugar donde yo pudiera llevar mis residuos orgánicos para ser compostados y me respondieron lo siguiente:
El Ayuntamiento está realizando estudios para implantar la recogida selectiva de la fracción de biorresiduos, en la que está usted interesado, y está ultimando un Plan Estratégico de Residuos que pondrá en marcha, “por fases”, la recogida segregada de la materia orgánica. Con este plan se pretende que los ciudadanos separen en su domicilio los restos de alimentos, como usted propone (…) La implantación de la recogida selectiva de materia orgánica comenzará en aproximadamente un año en el sector de la restauración de la almendra central y los grandes emisores de residuos de la periferia. Progresivamente se ampliará a las viviendas de en tres o cuatro distritos para llegar a toda la ciudad en 2020.
Además el Ayuntamiento está desarrollando otros proyectos piloto con el objetivo de hacer de Madrid una ciudad más comprometida con el Medio Ambiente y sostenible. Entre ellos se encuentra Madrid Agrocomposta:
http://www.madrid.es/portales/munimadrid/es/Inicio/Actualidad/Noticias/Menos-residuos-mas-reciclaje?vgnextfmt=default&vgnextoid=701b24bb0ca53510VgnVCM1000001d4a900aRCRD&vgnextchannel=a12149fa40ec9410VgnVCM100000171f5a0aRCRD
Puede consultar más información sobre el proyecto en el siguiente enlace:
http://madridagroecologico.org/presentacion-de-madrid-agrocomposta-el-primer-piloto-de-recuperacion-de-materia-organica-para-agrocompostaje/
Nosotros vamos a preguntar si podemos participar en el proyecto piloto.
Y el retorno de envases yo creo que está a punto de llegar.
Sí, siempre hay razones para el optimismo, aunque a veces nos cueste verlas.
¡Un abrazo!
¡Hola Fer! Qué estupendo que, además de esperar a la implantación por fases del sistema, se pueda participar en el proyecto piloto. He leído el enlace que me has puesto y he visto que en mi barrio hay varias familias colaborando ya… 🙂 🙂 🙂 (no pongo más caritas porque tampoco quiero abusar). ¡¡GRACIAS por compartir esto con nosotros!!
Un abrazo,
¡Hola Irene!
Muchas gracias por este artículo!
Me encantó!!
Hay mil y una razones para mantenerse optimista y por las que luchar. Saliendo a dar una vuelta por cualquier espacio natural nos hacemos una idea de lo MUCHO por lo que merece la pena seguir adelante!!
En mi hogar en España (un pueblo de Tarragona) tenemos 5 contenedores diferentes de reciclado: orgánico, desechos, papel/cartón, plástico, vidrio.
Es un gran agujero en el suelo, con unas columnas de hierro en las que se levanta la tapa y ahí se tira la basura. Cada columna/contenedor tiene una descripción de lo que puedes tirar y lo que no. Por ejemplo, en el orgánico te indica a tirar los restos de fruta, verdura y comida, mientras que las cacas del perro, el polvo de la escoba, del aspirador, etc, te invita a tirarlos en el contenedor de «desechos». Con lo cual no estoy muy de acuerdo, pues las cacas de perro son activadores en una buena pila de compost, y los restos de polvo, suciedad y pelos les encanta comerselo a los gusanos de tierra… En cualquier caso, si a partir de esta separación de residuos se reduce lo que se envía al vertedero y se obtiene abono, es un avance muy grande.
Aún así, como bien dices la solución no está en tener 5 o 6 o 10 contenedores diferentes y separar correctamente tus residuos, sino en REDUCIR la huella ecológica de cada uno mediante elecciones inteligentes.
Me encanta el mensaje que divulgas!!
Adelante con tu blog, es un proyecto precioso!! Aquí tienes a una seguidora más 😀
Gracias por tu trabajo!!
¡Hola Lorena! Me encanta el sistema de separación de residuos de tu pueblo 🙂
Entiendo lo que dices de los excrementos de perro… de siempre los de las gallinas se han usado en las composteras de los huertos de pueblo y supongo que en este servirían también. Cuando investigué un poco para hacer la compostera que tenemos en casa comprobé que decían que no se arrojaran restos de animales. Creo que era para no atraer a otros animales al contenedor… ¿podría ser por eso?…
Muchas gracias por pasarte por aquí y dejar tu comentario.
Un abrazo,
¡Hola Irene! (de antemano, perdón por lo largo del comentario). Sobre el 5to contenedor, a mi me parece NECESARIO. En Barcelona los hay y sí que se aprovechan, creo que leí que entre un 50% y 70% de la basura de «restos», en realidad corresponde a orgánica.
En Reino Unido (al menos en la ciudad donde viví por 3 años), esto ¡ni hablar!, nosotros hicimos nuestro propio compostero y quedamos encantados, tanto así, que a penas volvímos a España lo hicimos de nuevo. Antes vivíamos en una casa con jardín y ahora estamos en un piso con terraza. No hace falta mucho espacio, ni huele mal ni da ningún tipo de problemas. De hecho, como la mayoría de nuestros residuos son orgánicos decidimos tener 3 pequeños composteros. Acá en mi ciudad (Calahorra) hubo un plan piloto hace un años pero luego de eso parece que la idea murió, y es una lástima, porque en los pueblos aledaños sí que está el quinto contenedor, pero supongo que al final es un poco de política porque son comunidades diferentes. Yo a cada oportunidad que tengo, escribo al ayuntamiento preguntando, pero hasta ahora la respuesta ha sido siempre que «hubo un plan piloto».
También entiendo tu punto cuando hablas del contenedor amarillo y sobre todas las cosas que en realidad no se van a reciclar. Mi esposo trabaja en empaque (sí, irónico, lo sé) y a veces lo regaño por no separar la basura correctamente y él me comenta eso, que muchas de las cosas que van al empaque amarillo no se reciclan.
Y bueno, yo creo que hay que ser optimistas aunque el reciclaje lo veo como última opción y más cuando se trata de plásticos. Lo importante es que nosotros, como ciudadanos, como consumidores y como habitantes de este planeta, seamos conscientes y… aunque quizás suene tonto: no dejar que esto sea una moda.
¡Un abrazo! 🙂
¡Hola Mariana! Muchas gracias por tu comentario 🙂
Es una pena que las cuestiones políticas se interpongan cuando hablamos de medio ambiente… yo creo que el medio ambiente debe ser cosa de todos, independientemente de las ideas políticas, y que te hayan quitado el quinto contenedor pero que funcione en otras comunidades cercanas me da rabia.
Al final lo que hay es lo que comentas: que esto no sea una moda y que seamos nosotros los que tomamos las riendas.
Un abrazo,